Con auditorios llenos continúa fiesta de coros
Bajo el lenguaje universal de la música estudiantes de 3 instituciones educativas disfrutaron ayer de los coros de Polonia y Venezuela que, durante 2 horas, deleitaron al público con sus imponentes voces.
El evento se efectuó en el lobby del Museo Antropológico y de Artes Contemporáneas (MAAC) del Centro Cultural Simón Bolívar.
El primero que salió al escenario fue el Coro de Cámara de la Universidad Adam Mickiewicz (AMU) de Polonia, que está integrado por estudiantes graduados y jóvenes escolares de la institución, dirigido por el maestro Krzysztof Szydzisz.
Los jóvenes cantantes desde su ingreso alzaron sus voces y captaron la atención de los niños interpretando temas como Yesterday, de Los Beatles.
Los aplausos no se hacían esperar entre canción y canción, y la expectativa del público aumentaba. Luego fue el turno del Ensamble venezolano Ars Vocal, formado por Yomber Rumbos (barítono), Jonathan Ruiz (bajo), César Ignacio Liendo, Manuel Rovallo y Luis Aponte (tenores), este último maestro y director del elenco.
Este grupo, cargado de energía, subió al escenario y al ritmo del merengue interpretó varias canciones, la mayoría con arreglos del maestro Aponte.
El concierto se tornó interactivo cuando los venezolanos explicaron a los niños como sonaba cada una de las tonalidades de sus integrantes e invitaron a un estudiante para que los dirija por varios minutos.
Para Jorge Saade, director cultural de Guayaquil, este tipo de eventos busca acercar a la ciudadanía, especialmente a los jóvenes, a los espacios culturales con los que cuenta la ciudad y que están a cargo del Ministerio del ramo.
El festival macro
Esa fue la inauguración del capítulo de recitales didácticos del XXXIII Festival Internacional de Coros “El Canto Coral Hermana a los Pueblos” que también permite a sus once ensambles invitados acudir a sectores populares de Guayaquil para compartir su arte. Con esa idea, el Coro del Conservatorio Mozarte de Quito visitó el Centro de Atención Municipal Integral (CAMI) del Malecón del Estero, a las 15:00 del lunes.
Allí fue dirigido momentáneamente por Fernando Viana, un joven que fue tenor de coros y ahora se dedica a animaciones infantiles.
Unas treinta y cinco personas del sector escucharon las claras y pulcras interpretaciones de temas como el tango Nostalgias, la habanera Van cantando por la sierra y el yumbo Apamuy shungo.
Previamente preguntaron a los cantantes por qué será que Viana ya no puede interpretar las notas altas como antes, cómo dedicarse al canto si se tiene la llamada voz de tarro o qué era ese instrumento que el director del coro acercaba a su oreja entre tema y tema.
Los cantantes quiteños respondieron que lo primero se debe al cansancio vocal y falta de ensayo regular, lo segundo se arregla con compromiso y cuidado del instrumento (la voz) y lo tercero se refería al diapason, que es un instrumento que permite al director, mediante vibraciones, determinar el tono en el que cantarán sus músicos.
Aunque se despidieron luego de una hora debiéndole al público un pasillo, cantantes y audiencia se juntaron para compartir empanadas y ensalada de fruta. El lunes en la noche, en la Casona Universitaria, el coro polaco compartió escena con 2 grupos locales en un sobrio concierto inaugural para la cita de coros.