Tres artistas representados por Ángela Arcila sugieren disciplina y estudio para que el talento trascienda. El caso de Andrés Crespo, quien estuvo en la serie Narcos (3T), de Netflix, fue uno de los que sorprendió por el alcance que tiene esta plataforma. “Todo casting requiere de una  preparación, depende de cuánto te interese, de cuánto te llene el personaje, respetes lo que estás leyendo y de la magnitud del proyecto, depende de muchas cosas”, dice el actor que trabaja para Dynamo y está grabando una producción en la Amazonía.

Giovanna Andrade -por su parte- decidió mudarse a Colombia para rodar con el elenco de la novela La Ley del Corazón 2. En esta producción ella caracteriza a una  nueva integrante del clan de abogados. “Si siguen estudiando,  actualizándose, renovándose, si siguen en la línea de crecimiento de su profesión los hará (a los actores) más grandes. No los hará estancar, que era lo que me pasaba si seguía con una sola técnica”, aconseja la artista quien a lo largo de cinco años intentó grabar varias pruebas para internacionalizar su imagen.

A pocas semanas de terminar de rodar la novela que se transmitirá en diciembre por la señal de RCN, cuenta que también actuará en la obra Dos por uno la Cuba libre, donde interpretará a Macarena, una prostituta. La producción es de la misma Borrero, quien la invitó a ser parte de su elenco.

En cambio, Carolina Piechestein está en fase de presentación a empresarios de México, país que visitará en próximas semanas para presentar su monólogo Bruta, en el cual interpreta a una mujer torpe en el amor y adicta a las redes sociales. “Un actor que está trabajando constantemente está más preparado. Nosotros en calidad la tenemos, tal vez, lo que nos falta es la experiencia de hacer más producciones televisivas que rompan con lo que siempre se viene mostrando en la televisión como salirse del esquema de la serie cómica”, argumenta esta directora, quien sugiere a las nuevas generaciones estar preparados y arriesgarse a mostrar su talento al exterior. (I)