Colombia, invitado de honor en la FIL Quito
La capital se prepara para uno de los eventos literarios más importantes del país: la Feria Internacional del Libro (FIL) de Quito, que en su sexta edición tendrá a Colombia como país invitado de honor.
El evento se llevará a cabo del 22 de noviembre al 1 de diciembre, en el Centro de Convenciones Bicentenario (antiguo aeropuerto).
Las editoriales independientes tendrán un espacio para ofrecer sus libros y presentar autoresParticiparán 56 editoriales, 80 escritores nacionales e internacionales y habrá una variada agenda de actividades alternas, entre ellas 20 películas, 15 talleres, eventos para niños, homenajes póstumos y algunos conciertos.
En presencia de autoridades de la Embajada y Ministerio de Cultura de Colombia y Ecuador, así como representantes de la Cámara del Libro, ayer se anunciaron oficialmente los ejes y novedades del evento.
El concepto de la feria este año será: Escrituras de frontera: de Macondo a Ciudad Juárez, a través del cual se busca reconocer las fronteras delineadas por los escritores de habla hispana, desde los autores del “boom” hasta aquellos que constituyen el nuevo canon latinoamericano.
Serán 125 hectáreas dedicadas a la lectura, donde se esperan al menos 150.000 visitantes. En el lugar habrá espacios para todo tipo de actos.
Entre los escritores internacionales estarán los colombianos Santiago Gamboa, Piedad Bonnett, Nahum Montt, Andrés Ospina, Horacio Benavides y Santiago Mutis (hijo de Álvaro Mutis); Pedro Lemebel (Chile), Rafael Courtoise (Uruguay), Renzo Sicco (Italia), Francisco Hinojosa (México) y María Alzira Blum (Brasil). Entre los autores nacionales estarán Iván Oñate, Juan Pablo Castro, Santiago Vizcaíno, Fernando Cazón Vera, Carla Badillo Coronado, Víctor Vimos, Paúl Hermann, Orlando Pérez, Ana María Iza, Andrés Villalba, Leonardo Wild, Pablo Flores Chávez, Javier Lara Santos y Raúl Serrano, entre otros.
Dos novedades hay este año: la primera es la “Feria del Libro al Barrio”, que acercará a los escritores a los sectores periféricos de la ciudad; y la segunda: la asignación de un área dentro de la feria para que las editoriales independientes también ofrezcan sus libros al público.
