Sparrows, una coproducción entre Islandia, Dinamarca y Croacia dirigida por el islandés Rúnar Rúnarsson, fue elegida por el jurado encabezado por la actriz Paprika Steen como la mejor película de la sexagésima tercera edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián y se lleva, por tanto, su máximo galardón: la Concha de Oro.

El film narra el periplo vital de Ari, un adolescente de 16 años, quien, tras vivir con su madre en Reikiavik, es enviado de vuelta a la remota región de los fiordos occidentales para vivir con su padre, Gunnar.

En ese sitio Ari debe aprender a enfrentar la difícil relación con su padre y el cambio de sus amigos de la infancia. En ese ambiente desesperanzador, el chico tiene que esforzarse para encontrar su camino.

Me siento tan feliz y honrado, es un privilegio trabajar con personas que han hecho lo imposible a mi alrededor. Gracias a quienes han participado en la película y gracias a San Sebastián, ha manifestado el director tras recoger el premio.

La Concha de Plata al mejor director ha ido a parar al belga Joachim Lafosse por su trabajo en Les chevaliers blancs, basada en una historia real que cuenta el trabajo de varios voluntarios de una ONG en su empeño por hacer llegar 300 niños huérfanos a familias de adopción francesas.

Estoy muy orgulloso de la película pero sin el talento de mi equipo no hubiese podido lograrlo y con este premio le devuelvo su entrega, ha dicho el realizador belga al recoger el premio. (I)