Los miedos internos de un niño, y su relación con los peligros del mundo real, quedan plasmados en Les Démons, película del canadiense Philippe Lesage presentada este viernes en el festival de San Sebastián y basada en su experiencia personal.

El personaje de Félix está muy ampliamente inspirado de mi infancia, explicó a la prensa tras el pase de su filme hoy, el último proyectado en la sección oficial a concurso del certamen español, que entrega sus premios mañana .

He hecho un trabajo de ir a buscar al origen y de explorar los demonios reales e imaginarios que tuve como niño, agregó.

Interpretado por el jovencísimo Edouard Tremblay-Grenier, Félix es un niño normal, que vive con su familia en un barrio de clase media en Quebec.

Está enamorado de su profesora de educación física, bromea con sus hermanos adolescentes, sospecha que su padre es infiel y es a veces cruel con un compañero de clase.

Pero lo que ve y lo que oye se mezcla con su imaginación infantil, atormentándolo con ideas como la homosexualidad o el retorno de los muertos.

La vida interior es difícil de filmar, afirma Lesage, autor de películas como Pourrons-nous vivre ensemble? (¿Podremos vivir juntos? 2006) sobre la crisis de la periferia urbana parisina.

La música angustiante sobre imágenes idílicas de niños que nadan en una piscina o juegan en la escuela construye progresivamente en Les Démons una tensión premonitoria de la inminencia de una tragedia.

Los miedos imaginarios de un niño pueden encontrarse con el lado amenazante del mundo real, explica el cineasta, recordando que en su infancia hubo en los alrededores de Montreal una ola de secuestros de muchachos de su edad y oyó hablar por primera vez de pederastia a los amigos de su hermano mayor.

Dejando espacio de trabajo a sus actores, el canadiense recurrió incluso a veces a la improvisación, en escenas como la de una violenta pelea familiar.

Estábamos realmente aterrorizados, reconoce el pequeño Tremblay-Grenier, que trabaja en su primera película. (I)