CinéLatino consagra su 25 edición a la política
El festival cinematográfico CinéLatino de Toulouse inauguró el pasasdo viernes su 25 aniversario con 14 largometrajes en su sección oficial, y un programa centrado en la política latinoamericana.
Con motivo del cuarto de siglo de su nacimiento, esta muestra se ha propuesto como objetivo analizar el recorrido de América Latina desde entonces, a través de su cine y de sus realizadores.
Sus responsables, Francis y Esther Saint-Dizier, dedicados anteriormente a los derechos humanos en esa región, explicaron que CinéLatino "nació utilizando el soporte cinematográfico para mostrar la realidad social, política, pero también imaginaria de América Latina", en un momento de transición democrática (1989) en que "la cultura no era una prioridad para los gobiernos".
"Pretendemos ayudar a esa cinematografía en dificultad, darla a conocer en Francia y en Europa y, sobre todo, impulsar su difusión, distribución y accesibilidad para todo el público", resumió Esther Saint-Dizier.
Por ello, a modo de retrospectiva, el festival ahondará hasta el próximo 24 de marzo en "lo que ha pasado" en esa región americana durante ese tiempo, en torno a cuatro ejes de la política: las dictaduras, la migración, los medios de comunicación y su relación con el poder y, por último, la globalización, todos presentes en la muestra principal "Cine y Política", que arranca hoy.
Y es que "desde sus primeros pasos, el cine es política", agregó Francis Saint-Dizier, que es también presidente de la Asociación de Encuentros en Cines de América Latina de Toulouse (ARCALT).
"El cine es el mejor vehículo para dar a conocer las realidades políticas de los Estados-nación de América Latina", añadió.
El creador reivindicó, asimismo, el papel del séptimo arte para perpetuar la memoria histórica de los pueblos latinoamericanos, ya que "la transición democrática allí se hizo de la misma forma que en España; es decir, olvidando todo y recomenzando de cero, sin ningún espacio para la memoria".
Bajo la premisa "no existe un cine latinoamericano, sino cines latinoamericanos" en plural, el festival presentará en Toulouse, en el sureste de Francia, un total de 14 largometrajes en su sección oficial, en liza por el premio Coup de Coeur (flechazo) y dotado de 6.500 euros para la difusión, traducción y subtitulado de la cinta ganadora.
La "diversidad" es la protagonista de esta edición, y países como Chile, Brasil, Cuba, Venezuela, México, Argentina, Guatemala, Costa Rica, Uruguay e incluso España estarán presentes a través del "sólido punto de vista" de sus directores, que con su trabajo "hacen preguntas y animan a la reflexión", según los organizadores.
La costarricense "Princesas rojas", de Laura Astorga; la cubana "La Piscina", de Carlos Machado Quintela; la chilena "La Chupilca del diablo", de Ignacio Rodríguez; y la uruguaya "Tanta agua", codirigida por Ana Guevara y Leticia Jorge, serán cabeza de cartel mañana en el pistoletazo de salida de la sección oficial de largometrajes.
En esta categoría también hay espacio para los documentales y los cortometrajes, siete y ocho, respectivamente, que serán premiados.
Las calles de la ciudad sureña de Toulouse se animarán hasta el domingo que viene, con "batucadas", desfiles de impronta latina y una sesión de tango.
La celebración de estos festejos se contrapone con la edición del año pasado, que fue cancelada debido a que poco antes de su inauguración el terrorista confeso Mohamed Merah asesinó a siete personas antes de ser cercado y abatido por las fuerzas de seguridad.
El presidente de Francia, François Hollande, tiene prevista una visita oficial a Toulouse el domingo en homenaje a las víctimas mortales de esa matanza, de la que se cumple ahora un año.