Cineastas diseñan estrategias en busca de fondos

Tras el recorte del 60% de presupuesto que tuvo este año el Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine), las autoridades del Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP) anunciaron en una rueda de prensa, realizada el 10 de junio, que buscan $ 500 mil para la convocatoria del Fondo de Fomento Cinematográfico (FFC).

El viceministro de Cultura y exdirector del CNCine, Juan Martín Cueva, dijo, además, que la cartera de Estado afinaba las categorías, montos y modalidades de participación que tendrá este año la convocatoria a festivales y fondos concursables para las artes. A decir de Cueva, para la última semana de junio estaba previsto anunciar fechas para la convocatoria y la confirmación del presupuesto de $ 500 mil. Casi dos meses después aún no se han dado fechas ni se ha concretado la emisión de dicho fondo.

De acuerdo a Isabel Mena, actual directora del CNCine, la cartera de Estado ha realizado una priorización de rubros frente al Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano, entre los cuales se encuentran los $ 500 mil para el FFC.

“Dicha entidad —explica Mena sobre el MCyP—, como órgano rector del sector Cultura, ha emprendido acciones para lograr un objetivo en común con nuestra institución y un ofrecimiento con el que cuenta el sector cinematográfico del país”.

Hasta ahora el Consejo ha concentrado su trabajo en la gestión interinstitucional para el fomento y difusión del cine ecuatoriano. Según Mena, este trabajo se ha gestado a través de la articulación con Cancillería, MCyP y otras instituciones públicas y privadas. “La situación del país limita la gestión de fondos externos a la institución para el financiamiento de las actividades del proyecto de inversión que mantiene el CNCine. De todos modos, la institución ha cumplido con procesos de evaluación y diagnóstico para optimizar los recursos asignados, pensando sobre todo en dar cumplimiento a los compromisos asumidos con cada uno de los proyectos que fueron beneficiarios en ediciones pasadas del FFC, y que se encuentran en ejecución, así como con las instancias con las cuales mantiene una relación contractual o de compromisos de cooperación”, indica Mena.

El CNCine desembolsó pagos pendientes con beneficiarios del anterior FFC: $ 327 mil, en junio; $ 136.536,94  a inicios de julio y $ 43.443,86, el 20 de julio. Sin embargo, la reducción de fondos afectó procesos, entre ellos el programa DOCTV Latinoamérica, al que está suscrito Ecuador a través de la Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica (CACI), en convenio con el CNCine y la Radio y Televisión Pública (RTVEcuador).

Este programa hace una convocatoria en 17 Estados para la producción y postproducción de un documental por país, que posteriormente se transmite en los 21 canales de televisión pública. La convocatoria del año seleccionó por Ecuador el documental 7 muros, de Daniel Yépez Brito.

El financiamiento lo entrega en 60% el CNCine y, en 40%, RTVEcuador. Hasta ahora, solo CNCine ha cumplido su parte. El retraso de los fondos llevó al director del filme y a su productor, Christian Mejía, a fijar nuevos plazos para la entrega. Su documental será el último en la transmisión de DOCTV, por ello gestionaron parte del presupuesto con autofinanciamiento, préstamos, alternativas de producción, y rehicieron todo el plan de desarrollo del proyecto. Para Yépez, “más que la crisis del sector cinematográfico, los inconvenientes son parte de toda la situación económica, pues todo el dinero sale del Ministerio de Finanzas, quedando el cine al último en cuanto a pagos y prioridades”.

Las estrategias para el autofinanciamiento no se detienen. El cineasta  Diego Araujo y Hanne-Lovise Skartveit, por ejemplo, hicieron una revisión de un proyecto mayor que tenían para grabar, pero dado el gran presupuesto que requería y la ausencia de financiamiento, tanto en el sector público como privado, apostaron por filmar Agujero Negro, un proyecto más pequeño que tiene financiada desde ya su promoción.

“Dejar de grabar no nos parecía una opción ahora. Diego Araujo ya tuvo su ópera prima (Feriado) y, al igual que otros cineastas, no es momento para detenerse.

Escogimos otro proyecto, con pocas locaciones, pocos actores; es una historia que sí queríamos contar. Nos financiamos a través de una coproductora en República Dominicana, hemos gestionado financiamiento a través de servicios y hemos hecho una campaña de recaudación colectiva (crowdfunding) con la que llevamos $ 4,715 recaudados”, dice Skartveit.

Para Araujo es decisivo que a través de la Ley de Cultura se establezca cómo va a ser el fomento al cine, fijar una fuente, “pues hasta ahora ha dependido de una voluntad política”. Agrega que se deben conseguir incentivos para fomentar la participación privada.

“Los resultados son clarísimos. Este año dos películas dirigidas por mujeres —UIO y Alba— están en festivales internacionales y, por ende, hay que darle continuidad a ese proceso. Y la única forma de dárselo es contando con los recursos necesarios”, dice Araujo. (I)