Desde el brote de la pandemia de covid-19, casi todas las industrias se han visto afectadas, reportando grandes pérdidas económicas. La industria cinematográfica es una de ellas. Hollywood Reporter, revista especializada en este sector, proyecta que las pérdidas rondarían más de $ 5 mil millones por concepto de disminución de ingresos en taquilla y en producción a nivel mundial.

China, por ejemplo, que es el segundo país más grande del mundo en cuanto a taquilla, tiene alrededor de 70 mil salas de cine cerradas. Además, según la consultora Artisan Gateway, las ventas de boletos disminuyeron drásticamente en esta temporada del año nuevo chino ($4,2 millones), en comparación con 2019, que en el mismo período se recaudó alrededor de $ 1,76 mil millones.

Se espera que la caída de esta industria en China pueda superar los $ 2 mil millones y que las salas de cine posterguen su reapertura durante meses.

En el caso de Estados Unidos, desde que los alcaldes de Los Ángeles y Nueva York anunciaron los cierres de establecimientos de entretenimiento debido al incremento de los casos de covid-19 a mediados del mes pasado, las grandes cadenas de cine, como AMC Theatres y Regal Cinemas, anunciaron el cierre total de sus instalaciones.

Esto nunca había sucedido en el país norteamericano en su historia y, según Los Ángeles Times, las pérdidas se estimarían en más de $ 17 mil millones.

¿Qué está sucediendo en Ecuador?

La realidad de nuestro país es similar a la del resto del mundo. Desde el 14 de marzo, las alrededor de 50 salas han permanecido cerradas al público, permaneciendo paralizadas hasta la fecha.

Para Marcel Morán, gerente general de Supercines, el sector está muy golpeado y la situación es muy compleja. Morán cuenta que esperan tener las nuevas fechas para la proyección de las películas a nivel mundial, ya que esta industria se rige por cronogramas.

“Muchas películas han tenido que aplazar su estreno para varios meses; incluso, otras han tenido que reprogramar. De esta forma, con estos datos podrán diseñar un plan de reactivación”, señala el alto ejecutivo.

Además, considera que, al estar paralizado, cada día se van incrementando las pérdidas económicas, que aún están por determinar, por lo que este 2020 será nefasto para la industria.

Salas de cine independiente

Si hablamos de salas de cine independiente, la realidad es distinta, ya que su modelo de operación difiere al de las grandes cadenas. En el caso del Ochoymedio, sala cultural ubicada en el barrio de La Floresta – Quito, los ingresos, entre taquilla y auspicios, cubren solo sus gastos de operación (salario de colaboradores y mantenimiento del espacio), por lo que no genera una rentabilidad.

Mariana Andrade, directora ejecutiva, comenta que, si no se toman medidas que promuevan la protección a los espacios culturales, tendrán un futuro muy difícil e incierto. “Hemos mantenido reuniones y elaborado propuestas para un plan de contingencia que nos permita sostener el cierre”, manifiesta la gestora cultural.

Además, Andrade agrega que en caso de que se dé el cierre definitivo de estos espacios culturales (como cines, teatros, museos, etc.) será una gran pérdida para la humanidad: “Países como Alemania, Francia, inclusive, Italia y España, hacen su esfuerzo en salvar su patrimonio cultural y a sus trabajadores culturales, porque en esta época de aislamiento lo que más se consume son libros, películas, música, entre otros”. (I)