Especial coronavirus
"Es el momento de escuchar las voces del continente"
Los directores colombianos Ciro Guerra y Cristina Gallego viven la cuarentena que atraviesa gran parte del mundo por la expansión del covid-19, en Ciudad de México, donde se realizaría el rodaje de la serie sobre Hernán Cortés que trabajan para la plataforma Amazon Prime.
El rodaje, que tendrá como protagonista al actor Javier Bardem, está detenido, como gran parte de los trabajos de la industria audiovisual. Este proyecto se alinea al sentido que esta pareja colombiana le ha dado a las películas que han dirigido y producido. La serie abordaría los conflictos desde los cuales el poder mueve a la realidad, desde la construcción de una historia no occidental, para el mundo occidental.
En El abrazo de la serpiente, producida por Gallego y dirigida por Guerra, se plantea el conflicto entre los occidentales, a los que los indígenas amazónicos llaman los blancos, los colombianos, el otro.
Karamakate, un hombre que conoce la selva tanto como su cuerpo y las reacciones que puede presentar ante los peligros, le dice a Theo, un científico alemán que ha llegado para describir los secretos de las plantas, que ellos, los otros, los colombianos, no respetaban las leyes de la selva y pronto acabarían con ella.
Ahora, en este momento, en el que la mayor parte de la humanidad está enfrentando un confinamiento voluntario como una de las medidas más sencillas para evitar la propagación de un virus que afecta el sistema respiratorio de personas -normalmente- frágiles, se piensa todo como un fin, o al menos, un reseteo.
Desde México, Gallego cuenta, a través de una entrevista telefónica, que cuando se encendieron las alertas por una nueva pandemia, pensaba en El abrazo... y en la vigencia de esa posición de respeto, esa idea de que la Tierra está hablando y hay que escucharla.
“Han pasado cosas impresionantes, desde incendios en nuestra región amazónica y en Australia y ahora llega este paro de la Tierra. La naturaleza es sabia y ha llegado a un punto de no retorno, siento que con este par de semanas en las que el mundo ha parado se están recuperando los ecosistemas, la naturaleza. Uno siente que la naturaleza es muy fuerte y hay esperanza, pero en efecto, no la hemos escuchado”.
La realizadora piensa que este es el mundo que nos han recordado siempre las comunidades indígenas, la sostenibilidad, en el respeto a la Tierra, a las tradiciones, a las costumbres. “Ese es el mensaje a las comunidades indígenas, están enlazadas con la Tierra, con los procesos, ellos están vivos, nos lo están recordando y no los estamos escuchando”.
El periodista Jorge Carrión dijo en su columna de The New York Times que un virus que afecta a los cuerpos ha acelerado la digitalización del mundo.
Según Carrión, en este momento, en el que gran parte de nuestra historia cotidiana se asienta en plataformas digitales, no notamos que “la descomunal inyección de dinero y de macrodatos” que el virus le está proporcionando a empresas como Google, Amazon, Facebook o Netflix va a impulsar todavía más el desarrollo de la inteligencia algorítmica.
“Y es verosímil pensar que, cuando hagamos un balance colectivo de la gestión de una epidemia que la informática detectó antes que la Organización Mundial de la Salud, no será extraño que se decida dar más poder de decisión a las máquinas”.
Carrión apunta a que este sistema de algoritmos delimitará la inversión en contenidos diversos, así como la decisión de consumo basada en las preferencias de cada usuario, según su perfil y sus interacciones recientes.
Para Guerra, las plataformas que estipulan cierta posibilidad de conocimiento de sus usuarios, a partir de su tendencia de consumo, no han vetado la posibilidad de crear historias que respondan a una narrativa completamente opuesta a las que se han trabajado en el cine colombiano y hasta en la industria hollywoodense. Cree incluso que son solo una herramienta de exposición.
“Estamos haciendo este tipo de historias en las que la gente no creía para nada. Se nos reían en la cara cuando les decían que íbamos a hacer una película amazónica en lenguas originarias y en blanco y negro”, cuenta Guerra sobre El abrazo de la serpiente, el filme con el que llegaron a Cannes y luego obtuvieron una nominación a los Premios Óscar.
Después del mercado que alcanzó dicha película estrenada en 2015, lograron filmar una historia vinculada también con comunidades indígenas del norte colombiano, Pájaros de verano, estrenada en 2018.
En este filme, el primero que dirigieron Guerra y Gallego, cuentan los orígenes de la bonanza marimbera en Colombia, desde la comunidad wayú y cómo los conflictos y la vinculación con gente fuera de su comunidad los llevó a rebasar sus propios límites y tradiciones.
Para Guerra, estos filmes, a pesar de que eran unas apuestas narrativas distintas a las narraciones trabajadas en el cine colombiano, “finalmente tocaron una fibra muy profunda, son películas que tuvieron un gran recorrido y pasaron por mucha gente”.
Desde entonces, muchas plataformas se les acercaron para hacer proyectos. De allí nació la serie Frontera verde, disponible en Netflix, y el trabajo que ahora producen en México.
“Siento que el interés del mundo es mayor que el que se tenía históricamente por las historias de nuestro continente. Siento que es el momento en el que se tienen que escuchar nuestras voces, nuestras narrativas. Porque tienen algo que decirle al hombre de hoy, que no había escuchado, pero que se vuelve importante”.
Cineastas reciben apoyo
La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc) y Netflix han lanzado un fondo de cerca de 1 millón de dólares para técnicos de la industria que residen en México, cuyas producciones fueron suspendidas por la pandemia del nuevo coronavirus.
“Los trabajadores técnicos y manuales son la columna vertebral de la industria cinematográfica”, dijo Mónica Lozano, presidenta de la Amacc en un comunicado emitido el jueves 9 de abril de 2020.
“El compromiso de Netflix con este fondo es bienvenido, esperamos que otros miembros de la industria puedan unirse y contribuir”.
El fondo busca resarcir las necesidades de más de 1.000 trabajadores de la industria en dicho país. La contingencia sanitaria ha paralizado casi en su totalidad la producción audiovisual, que tan solo en 2018 rodó 186 películas y cuya industria cinematográfica generó más de 30.000 puestos de trabajo, según el Imcine. (I)