El auge de estudios y equipamiento acelera el crecimiento de la industria
China encamina su producción cinematográfica al liderazgo mundial (Video)
La comida, los lugares, las personas, las costumbres y los argumentos que se abordan en las películas de las mejores taquillas en la actualidad ya no son referentes del ‘sueño americano’. Hollywood, como protagonista acaparadora de la venta de taquilla y el modelo inalcanzable del cine comercial, es una premisa a la deriva.
Lo demuestran las cifras. Mientras la industria estadounidense prevé otro año flojo en taquilla, la venta de entradas en China puede llegar a 4.973 millones de dólares para finales de 2014.
Pero este no sería el primer aviso para la industria estadounidense de cine. Ya en 2013, los ingresos en la taquilla china llegaron a 3.580 millones de dólares, lo cual significó el 27% por encima de lo logrado en 2012, el primer año en el que las cifras empezaron a superar a las anteriores en el sector.
Durante este mismo período, la taquilla estadounidense solo aumentó sus ingresos en el 1% y concluyó el año con 10.840 millones de dólares.
Según Financial Times, si China continúa su producción, para finales de esta década se convertiría en la primera potencia cinematográfica.
The Hollywood Reporter pronostica, en cambio, que ese momento llegaría en 2017.
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China tiene clara la competencia y las formas en las que podrá apoderarse del mercado. Un ejemplo de ello fue la versión propia de Iron Man que se vio en el país asiático. Fuera de ser un remix censurado, era la misma historia, los mismos efectos, pero con actores chinos y producción local y el final que ellos escogieron.
Los líderes chinos están decididos a desarrollar la industria cinematográfica local con grandes estudios, capaces de rivalizar con Warner Bros y Sony Pictures. La intención es clara y se ha expandido en los últimos años:producir películas que les hagan crecer, no solo en China, sino fuera del país.
Los inversionistas, además, están fijándose en la industria para acelerar el posicionamiento de su país.
A finales de 2013 el hombre más rico de China, Wang Jianlin, anunció el inicio de las obras para construir el mayor complejo cinematográfico de ese país.
Fue así como con una alfombra roja a la que acudieron, entre otras personalidades, Nicole Kidman y Leonardo DiCaprio, se presentó en sociedad Ciudad del Cine Oriental, en la provincia de Qingdao, cuyo costo ascenderá a unos 9.000 millones de dólares, entre locaciones y teatros. Su apertura sería en 2017.
Pese a que es enorme, el mercado del cine chino es complejo. Para tener una idea, solo unas 34 producciones foráneas se estrenan por año desde 2012. Antes de ese año, eran solo 25. Esto es, en parte, porque a las empresas extranjeras se les permite conservar solo el 25% de los ingresos de taquilla.
Para solucionar ese inconveniente, los grandes estudios de Hollywood se están aliando con productores locales.
Por ejemplo, la productora China Film quiere alcanzar más pactos con estudios de Hollywood, y con directores y actores norteamericanos para filmar más películas y atraer a las lucrativas masas de espectadores chinos, que demandan productos cada vez más sofisticados.