China celebra el 25, pero sin mucha relación con la religión
La celebración de la navidad en China es fruto de la influencia occidental y consigue animar las compras y el consumo entre los ciudadanos, pero en pocos casos se puede vincular con las creencias religiosas del pueblo chino.
La navidad no es un día festivo en China, pero se celebra en gran medida en las grandes ciudades del país, como Beijing, Hong Kong, Shanghái y Cantón, donde viven un gran número de expatriados que han ayudado a extender la tradición.
Paseando por estas ciudades se pueden apreciar muchas calles decoradas con motivos navideños, así como en los centros comerciales, donde hay grandes árboles de navidad, luces, adornos, villancicos de hilo musical y algún Santa Claus que ameniza la visita de las familias que realizan sus compras.
Sin embargo, el aumento del consumo pareciera que no se reflejará en los portales de comercio electrónico -muy populares en China-, debido a la cantidad de promociones que ya se realizaron en todo el año, como en el pasado 11 de noviembre, cuando se celebró "El Día de los Solteros" con descuentos de hasta el 50%.
En los últimos años y especialmente entre los jóvenes se constata una tendencia creciente a celebrar la Nochebuena y la Navidad, organizando cenas con amigos en las que se intercambian regalos.
La red de microblogs más famosa de China, Sina Weibo -muy parecida a Twitter y utilizada por los jóvenes urbanitas-, acumula miles de comentarios de internautas del país con fotografías de árboles de navidad o de regalos. "¡Qué ambiente! Este es el árbol más grande de la feria de navidad de Shanghái. Villancicos, Santa Claus... ¡Estoy entusiasmada!", dice una usuaria.
Además, Weibo se ha inundado de anuncios sobre "qué comprar", "cómo celebrar la navidad" o "dónde ir a ligar", que enumeran sitios como parques, zonas de esquí, centros de aguas termales -muy famosos en China- y hasta las iglesias.
No precisamente con este objetivo, una joven residente en Beijing, Lin Li, asistirá como voluntaria a la Misa del Gallo que se llevará a cabo en la iglesia de Xishiku, la más grande de Beijing, donde se espera la presencia de 10.000 fieles.
"Antes para mí no tenía mucho sentido celebrar la navidad, pero este año supone conmemorar el nacimiento de Jesús, un día importante para pensar en lo que hizo para los humanos", aseguró a Efe la joven Lin, recientemente bautizada.
Aunque las estadísticas últimas del Gobierno chino cifran la comunidad cristiana en 25 millones de personas (18 millones de protestantes y 6 millones de católicos), otras estimaciones de organismos independientes la sitúan en 60 millones, como mínimo. Los católicos se dividen entre los pertenecientes a la iglesia oficial (o Patriótica, controlada por el Gobierno comunista) y la "clandestina", en comunión con Roma y no aceptada por Beijing.
Uno de los puntos de enfrentamiento es el nombramiento de los obispos, pues el Vaticano reclama que sólo pueden ser designados por el Papa, mientras que la Iglesia Patriótica ha ordenado obispos sin el visto bueno de la Santa Sede.