El centenario del grandísimo César Dávila Andrade
El acarreo y la quema de la chamiza es una tradición indígena para celebrar las fiestas patronales de las comunidades andinas. El fuego que brota de este ritual, acompañado siempre de música, bebidas, baile y bendiciones, acentúa la fuerza mística de la naturaleza con la que conviven los seres humanos.
De ese modo será recordado el grandísimo César Dávila Andrade, de quien este viernes 5 de octubre se recuerdan 100 años de su nacimiento.
A las 18:00, en la unidad educativa que lleva su nombre en Cuenca, ubicada en la Medardo Ángel Silva 2-30, se hará una ceremonia especial que incluye música, performance, lecturas de poesía, instalaciones visuales y la quema de la chamiza.
Dávila Andrade, cohibido y trémulo, transitó por este mundo dejando una palabra poética y narrativa que lo ha consagrado como el más alto escritor ecuatoriano del anterior siglo. La influencia del Fakir ha sido determinante en las actuales generaciones.
Diversos homenajes artísticos se han realizado durante este año para reavivar la memoria del autor de obras fundamentales de la literatura hispanoamericana, como Espacio me has vencido (1947), Boletín y elegía de las mitas (1959), Arco de instantes (1959), En un lugar no identificado (1963), Abandonados en la tierra (1952) o Trece relatos (1955).
En el Teatro Capitol de Quito, a las 19:30, se presentará este viernes 5 de octubre una propuesta sonora de Jorge Oviedo basada en Catedral Salvaje, que incluye un trabajo audiovisual que se conjuga con la música en vivo.
El formato utilizará dos zampoñas bajas, cinco voces blancas, percusión menor, teclado y banda electroacústica. (I)