El jurado de Casa de las Américas se encuentra desde el 21 de enero sesionando en Cienfuegos (a 253 km de La Habana) para analizar las más de 370 obras participantes en la 55 edición del galardón, que reconoce a las letras de América Latina.

Hoy será el último día de sesión y finalmente se llegará a una decisión por parte de los 22 miembros del jurado, entre los que están el escritor brasileño Eric Nepomuceno y la chilena Alejandra Costamagna.

Citada en la web cubadebate.cu, Costamagna explica que para ella “es un premio poder acceder a ese mapeo de qué es lo que se escribe en este momento” en América Latina.

Según la chilena, como jurado se aprende a leer por la superficie para saber qué libro amerita profundizar. Y aunque unos “no tienen calidad para seleccionarlos, los sigo leyendo porque me interesan las particularidades de ciertos rincones de Cuba, Ecuador, Paraguay, donde sea”.

Nepomuceno, por su parte, alaba la continuidad del premio. “Basta mirar la cantidad de años, 55 ediciones con la fuerza y el prestigio del Premio Casa”, dice, y agrega que aun sin ser el premio “más fuerte en dinero, es el más querido”.

Además, Nepomuceno puntualiza “una característica importante: es el único premio que abarca todos los géneros. Hay importantes premios de poesía, novela o cuento… Este no, tiene todo, hasta teatro: reconoce la dramaturgia como literatura”.

El brasileño habla además de la diversidad de las letras latinas. “Yo sí creo que lo que un cubano escribe, un brasileño no lo puede escribir. Un boliviano escribe diferente a un chileno. En América Latina somos como los dedos de una mano: cada uno tiene su marca digital. Creo en las literaturas locales porque creo en la patria chica y la patria grande. Al escribir, un cubano está escribiendo Cuba y escribiendo América”.

En el actual Casa de las Américas, cuya inauguración rindió un tributo al recién fallecido poeta argentino Juan Gelman, también hubo un homenaje al vecino de Gelman, el poeta mexicano José Emilio Pacheco, que murió este último domingo.

En el homenaje, realizado por el jurado del premio Casa 2014 -como lo llama la prensa cubana-, la también mexicana Rosa Beltrán, miembro del jurado de Cuento, leyó el poema más conocido de Pacheco, Alta traición, y recordó al poeta como “una persona sencilla, ídolo para los devotos de la literatura mexicana, cuya obra atraviesa diferentes estadíos de la emoción”.