Sin diarios, radio o TV de gran porte con pensamiento editorial de izquierda, en Brasil el debate ideológico mediante la cobertura informativa y el peso de sus columnistas se suscita en Internet. Como protagonista principal de esa ‘guerrilla’ mediática contra las gigantes cadenas se encuentra el portal Carta Maior, que cumplió 12 años de vida en la web luego de haber surgido al calor del Foro Social Mundial de Porto Alegre de 2001.

El fundador y director es el abogado Joaquim Palhares, radicado en Sao Paulo, quien se hizo famoso en los años noventa por haber elaborado una defensa ciudadana jurídica contra las tasas de interés abusivas que cobraban los bancos. “Me llamaban el enemigo número uno del mercado financiero”, recordó Palhares en diálogo con El Telégrafo.

Carta Maior, así se conoce a la Constitución, nació siendo un boletín entre abogados de todo Brasil para divulgar la lucha judicial contra el sistema de tasas de interés abusivas de los bancos a los clientes. Contratado por grandes clientes por la fama ganada enfrentando al sistema financiero, Palhares, militante e intelectual de la izquierda desde los años setenta, lanzó Carta Maior en 2001 ya no como un boletín jurídico sino como un medio de comunicación en el territorio de Internet en 2001, en el Foro de Porto Alegre, alentado por Ignacio Ramonet, especialista en medios, director de la revista Le Monde Diplomatique y uno de los teóricos del encuentro mundial que sirvió de contrapunto al Foro Económico de Davos, Suiza.

Palhares definió a Carta Maior, cuyo 80% de contenido es análisis y opinión sobre Brasil y asuntos mundiales, con decenas de columnistas, como una publicación surgida “al mismo tiempo que la ola de gobiernos progresistas pos neoliberales de Sudamérica”.

“Desde nuestra creación en el Foro Social Mundial de Porto Alegre nos convertimos en el único portal a favor, desde aquella época, de todos los gobiernos progresistas que fueron apareciendo en la región. Somos cristinistas en Argentina, Mujiquistas en Uruguay, Correistas en Ecuador, estamos con Evo Morales, con Nicolás Maduro. Nos identificamos con el Foro de Sao Paulo", dijo.

Carta Maior concentra a varios pesos pesados del periodismo de opinión de Brasil, como el sociólogo Emir Sader, y los periodistas Bernardo Kucinski, Flavio Aguiar y Saul Leblón.

El sitio fue relanzado y según su fundador nunca tuvo vínculos con el gobernante Partido de los Trabajadores (PT), pese a que ha estado apoyando, con críticas, a los gobiernos de Luiz Lula da Silva y de Dilma Rousseff desde 2003. Las críticas apuntan más a los partidos de oposición de derecha, Demócratas y el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

Según el fundador de Carta Maior, sin dudas el sitio web brasileño más latinoamericanista, existe la necesidad de aplicar la democratización del acceso a la información que consta en la Constitución. “Lula tuvo una chance en su gobierno con mucha popularidad para cambiar la ley de medios, pero no lo hizo, tal vez Dilma lo haga si gana un segundo mandato”, evaluó.

Entre sus ilustres colaboradores en 2001 estaba el profesor Marco Aurelio García, quien a partir de 2003 se dedicó a ser asesor especial en asuntos exteriores tanto de Lula como de Rousseff. El sitio, en 2013, contabiliza 750 mil visitas mensuales de 108 países.

Palhares reveló que el sitio lo mantiene con sus actividades como abogado y que recibe una pauta publicitaria mínima en el reparto presupuestario del Estado nacional. “Es imposible competir así, todo el multimedios Globo recibe el 70% de la torta publicitaria del gobierno”, denunció.

Si bien no apuesta en que una ley de medios pueda alterar el sistema de distribución de información dominado por la agenda de los grupos Globo y los diarios Folha de Sao Paulo y O Estado de Sao Paulo, Palhares sugirió “que los medios en América Latina necesitan de un shock capitalista”. “Necesitamos más medios, más contenidos, más producciones. A esto se oponen los monopolios, porque a medida que la concentración de la propiedad de los medios aumenta, disminuye la capacidad del pueblo para ser informado.

Folha, Globo y Estado directamente atentan contra el país, mienten, omiten, no informan. Globo apoyó toda la dictadura y Folha le prestaba móviles del diario a los represores para los operativos”, sostuvo. En definitiva, completó, “somos un contrapunto al pésimo periodismo que se practica en los medios dominantes del país”.