Canciones popularizadas por João Gilberto, el padre de la bossa nova
João Gilberto era el último que quedaba vivo de los padres de la bossa nova. Al aporte teórico de Antonio Carlos Jobim y al talento lírico de Vinicius de Moraes, Gilberto agregó el componente instrumental: su talento con la guitarra lo llevó a crear lo que se conoce como el beat bossa, un riff que mezcla toques de jazz con ritmos cariocas como la samba. Ante su fallecimiento, el sábado 6 de julio de 2019, recordamos algunas de las canciones que popularizó con su singular voz.
La chica de Ipanema (1962)
Uno de los cadáveres exquisitos más famosos de la historia. Escrita originalmente por De Moraes y Tom Jobm para una obra de teatro, fue traducida al inglés como The Girl from Ipanema e incluida en el disco Getz/Gilberto (1964). Esta grabación, en la voz de Astrud Gilberto (entonces esposa del guitarrista), se convirtió en un éxito internacional, aprovechando la fama que había adquirido Stan Getz en los círculos de jazz en Estados Unidos.
Chega de Saudade (1958)
Está incluida en el álbum del mismo nombre, al que se lo considera como el que inaugura la era de la bossa. La forma de cantarla, con el bajo volumen de su voz, no fue para que la prensa de su país dijera que Gilberto "es el más musical de los cantantes brasileños". Chega de Saudade puede traducirse en "Ya es suficiente esta nostalgia". Esta es otra de las canciones de la trinidada de la bossa: compuesta por Jobim y escrita por De Moraes, es la voz de Gilberto la que la populariza. Ha sido reinterpretada por diversos cantantes, entre ellos Caetano Veloso y Bebel Gilberto, en la que fue su primera aparición en escenarios, junto a su padre.
Desafinado (1959)
Otra canción que fue exitosamente traducida al inglés. Pero antes de eso fue compuesta por Jobim y escrita por Newton Newton Mendonça como una respuesta a los críticos musicales brasileños que decían que la bossa nova era para músicos que no sabían cantar. "Si dices que desafino, amor", empieza la canción, que ataca a la mirada demasiado académica de los críticos, porque la bossa es algo natural. "Lo que ni siquiera sabes es que los marginales también tienen corazón", continúa.
Aguas de Março (1974)
No cuenta una historia, sino que forma un collage de imágenes de la época lluviosa en Brasil. Cantada junto a Elis Regina, esta estremecedora canción sobre el mes de marzo fue nombrada la mejor canción de todos los tiempos en una encuesta realizada por el diario Folha de Sao Paulo en la que participaron más de 200 periodistas, en 2001. En 2009, la edición brasileña de Rolling Stone realizó una encuesta similar, en la que Aguas de Março quedó en segundo lugar. (I)