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El Telégrafo
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“Cada año el pensamiento muta con una dinámica asombrosa”

“Cada año el pensamiento muta con una dinámica asombrosa”
27 de agosto de 2012 - 00:00

El autor del cuento “Solo cenizas hallarás”, Raúl Pérez Torres asumirá desde el jueves la presidencia de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, una vez que la Junta Plenaria acordó acoger los resultados preliminares de la elección del 1 de agosto.

Torres, que ya fue presidente en los años 2000-2004 se ha propuesto dejar atrás esa  “Casa vieja, enferma y somnolienta” que le dejó Marco Antonio Rodríguez, quien estuvo 8 años en la institución. Está en la mirada de decenas de intelectuales y gestores culturales que esperan una renovación en la Casa de Benjamín Carrión.

¿Cómo ve usted la resolución que adoptó la Junta Plenaria y la declinación de la candidatura de Marcelo Valdospinos?

A mí me parece una buena actitud que beneficia a la Casa de la Cultura Ecuatoriana. En realidad yo gané no solamente en votación porque tenía el 45% de los votos de los miembros, sino también en cada una de las provincias, es decir, yo tenía más votación por provincias y por miembros. Me parece muy importante que haya habido una reflexión de cada uno de los presidentes de la CCE y que las cosas terminen bien.

Las elecciones  evidenciaron problemas internos e  interés personal, ¿por qué se dio esto?
El problema fue que politizaron la CCE, es decir el doctor Marco Antonio Rodríguez desde el momento en que presentó a un candidato a la Presidencia de la República en oposición al presidente actual (Rafael Correa) estaba politizando a la Casa de la Cultura, y eso le llevó a poner una persona que siga con la misma cosa que era el señor Valdospinos. Yo creo que hay que dar vuelta la página. La CCE no es un lugar para hacer política, peor politiquería, la Casa es un lugar de pensamiento y de reflexión. Yo creo que se equivocaron en ese sentido, en todo caso ha triunfado la reflexión, la  serenidad y ya no hay que darle vuelta a eso.

Sin embargo se dice que usted goza de la confianza del Gobierno.

Me encantaría que sea así. Yo he viajado por las 24 provincias y veo un Ecuador diferente. Se están construyendo carreteras, levantando universidades, hay hospitales. No nos podemos engañar, estamos en un momento muy importante en Ecuador y en América Latina. Cuando yo viajo a Europa y otros lugares siento una gran satisfacción por la dignidad de mi país. Por ejemplo, lo que ha pasado con Assange, yo estoy de acuerdo con esos principios, con la solidaridad. María Fernanda Espinosa, Galo Mora, Érika Sylva han sido participes de los talleres de literatura que yo dicté hace más de 20 años, entonces son mis amigos y desde luego que me van a apoyar.  

En las votaciones universales apenas el 40% asistió a votar, ¿es legítimo asumir así?

Yo creo que hay una falta de convocatoria de la CCE porque durante estos 8 años no ha habido un trabajo dinámico, no ha habido una actitud cultural dinámica. Yo dije que la Casa está enferma y hay que reinscribir miembros jóvenes, sangre nueva, porque las cosas en la cultura cada vez son más progresistas, más democráticas. Yo creo que hay que empezar con una reinscripción de miembros y dar otras alternativas.

¿Cuál es el plan de trabajo para reintegrar a intelectuales que se han alejado de la CCE?

Me propongo, como el punto básico y el más importante, la reinscripción y la democratización de la Casa, es decir, convocar a nuevos elementos, a nuevas personas. Solicitar por nuestra parte a intelectuales de gran valía del Ecuador para que se acerquen a la Casa para que sean miembros nuevamente, pero además dejar abierta la convocatoria para las nuevas expresiones de la cultura de los jóvenes, porque es una casa vieja.

¿Cómo colaborarán los núcleos?

Bueno, yo quiero tener una red más estrecha con los 23 núcleos, también hay que rejuvenecerlos, se tiene que meter ese pensamiento vivo, nuevo que está en las calles, alimentar la CCE, alimentar la reflexión. Hay que hablar sobre cultura, el concepto, las definiciones, porque es en la Casa en donde puede viajar libremente el pensamiento, de cualquier tipo.

¿Qué pasará con el Núcleo de Pichincha, la matriz lo reconoce?

En una de las últimas sesiones de la Junta Plenaria resolvieron aprobar la creación del Núcleo de Pichincha, nunca ha habido el núcleo,  pero aún no entraba en vigencia esa resolución. Cuando yo asuma la presidencia voy a ver qué es mejor, si crear un núcleo o crear una CCE en el sur del país. Pichincha necesita un núcleo o una casa, pero que esté en otra parte. Yo he hablado con el Alcalde, yo he hablado con el Prefecto, me han ofrecido y ahora somos más diversos.   

Se ha criticado al fondo editorial que favorece y que no produce libros de calidad...

Es así y no es así, ha habido libros y libros. Se sacó un libro del pensamiento de Eugenio Espejo y yo creo que eso sirve mucho al país. En mi gestión sacamos la campaña  nacional del libro y la lectura. Publicamos los libros de los mejores escritores ecuatorianos de todos los tiempos, entonces, esos programas son importantes. Para no estar con los favoritismos y cosas por el estilo hay que trabajar como las editoriales privadas, es decir, hay que tener un consejo de redacción, hay que tener dos o tres lectores temáticos que lean y que den su opinión, eso me parece lo más justo. Incluso en los núcleos, la mayoría tiene imprentas que hacen trabajos de edición. Puede ser que no tengamos un Juan Rulfo, un Cortázar, grandes escritores, pero está el pensamiento de la patria y ese pensamiento sencillo, humilde, es creador. 

¿Qué harán para mejorar la distribución de los libros para que no se queden en bodega?

Las ferias de libros me parecen muy importantes, como yo he viajado tanto a las ferias, tanto a las de América Latina como de otras partes, es allí donde se puede dar a conocer su pensamiento. Cuando estuve como presidente de 2000  a 2004 teníamos núcleos, por ejemplo en España, teníamos núcleos en Madrid; en Estados Unidos, en Chicago y Nueva York; eso era importante. Además, hay que dar otro tratamiento al escritor, permitirle salir a exponer sus ideas, que venga gente de la misma manera. El libro, claro, es un objeto que hay que venderlo también, pero tiene que ser atractivo incluso como objeto y, desde luego, en su interior tiene que haber cosas que nos atrapen.

¿Qué propuestas presentará al proyecto de Ley de Culturas?
Estoy leyendo capítulo por capítulo lo que se está presentando en el proyecto de Ley de Culturas y  habrá un momento que tendré que ir a la Asamblea y hablar con quienes están trabajando el proyecto, desde luego no es gente de cultura, o por lo menos no son personajes representativos que están discutiendo sobre cultura. Yo quiero hacer escuchar mi voz y la voz de los miembros de la CCE, entonces vamos a hacer reuniones colectivas para ir conversando, para que salga una ley que dignifique a todos, que nos incluya a todos, que nos aliente y proteja porque es de todos los ecuatorianos.

Usted ya fue presidente de la CCE, ¿cuáles son los errores que no cometerá en la nueva gestión?

Fue una buena presidencia de 2000 a 2004, se pudo escuchar las voces más importantes de América Latina y del mundo en la CCE. Por decirle algo, ha estado Saramago, las Madres de la Plaza de Mayo, Fidel Castro, grandes escritores. Yo creo que cada año cambia con una dinámica asombrosa el pensamiento del mundo, no solo el de nuestra cultura, entonces pienso que hay que rescatar ese pensamiento. Pepe Mujica dice que la cultura está en las calles y que hay que organizarla y recogerla, darle el aliento y la Casa fue creada con ese pensamiento para darle aliento a los ecuatorianos. Hay que realizar un trabajo entre todos en conjunto, es decir, no es solo el trabajo del Gobierno, no son solo las instituciones, somos todos nosotros que debemos dar un vuelo en las mentes y el corazón.

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