Burroughs viajó a América por ayahuasca y se hizo escritor
William Burroughs viajó por segunda vez a Latinoamérica en busca de ayahuasca después de matar a Joan Vollmer, su mujer en un juego de Guillermo Tell y la evasión de un año de cárcel por “imprudencia criminal”. En ese entonces no había publicado ninguna de las novelas con las que inauguró la generación beat.
Cuando emprendió su viaje por una parte de la selva amazónica ya había conocido a escritores como Jack Kerouac, Allen Ginsberg y Lucien Carr. También había iniciado su camino por la afición a las drogas. En Estados Unidos, después de casarse se refugió con Joan en una granja tejana para esconderse de la justicia neoyorquina, que los perseguía por delitos de narcóticos.
Luego, cruzaron la frontera. En México, Burroughs conoció a Lewis Marker, un estudiante de 21 años, y lo convenció de viajar con él por dos meses hacia Sudamérica, en busca de esa planta, de la que dicen, que tiene capacidades telequinéticas y telepáticas.
El autor estadounidense murió el 2 de agosto de 1997, en su país natal, a los 83 años. Foto: Scribbler
En el primer viaje bajaron por México a Panamá, Colombia y Ecuador. Luego de no encontrarse con la planta que buscaban, regresaron a México. En un bar, Burroughs mató a Joan frente a su hijo, Billy, y su amigo Marker, con quien la relación había fracasado luego del primer viaje, declaró en su contra por lo que había visto.
En principio, Burroughs huyó a Estados Unidos tras pagar la fianza, pero reinició su viaje en busca de la ayahuasca. “Me veo forzado a la terrible conclusión de que nunca me habría convertido en escritor, salvo por la muerte de Joan, y a la comprensión de hasta qué punto este evento ha motivado y formulado mis escritos. Vivo con la constante amenaza de posesión, y una constante necesidad de escapar de la posesión, del control. Así que la muerte de Joan me puso en contacto con el invasor, el espíritu feo, y me condujo a una lucha de por vida, en la que no tuve más remedio que escribir mi camino”, dijo en una entrevista el escritor.
En 1953 el estadounidense baja a Sudamérica por Panamá con mira a Putumayo, donde, según una carta dedicada al poeta Ginsberg, daría con su búsqueda. Estuvo en Lima un tiempo, probó cinco veces la ayahuasca y descubrió que los síntomas que producía en la mente estaban anclados a su territorio.
De la travesía que lo llevó a escribir se ha escrito mucho. El escritor ecuatoriano Ernesto Carrión ficciona en su novela Ciudad Pretexto sobre la visita de Burroughs a Guayaquil, lo hace encontrarse con el ‘Che’ Guevara.
Estos dos seres comparten la teoría de que Simón Bolívar fue traicionado y envenenado y la sustentan, poco a poco, a partir de conjeturas.
Según publicó la escritora Mónica Ojeda sobre esta historia, Burroughs y Guevara tienen dos ancestros asesinos y ambos vienen asesinando (Guevara llega a Guayaquil después de asesinar a un perro llamado Bobby; mientras que Burroughs acaba de asesinar a su mujer). Burroughs, sin embargo, no matará más y se convertirá en un escritor, mientras que Guevara no se volverá escritor, sino que asesinará a cientos.
Su hijo, de quien se hicieron cargo los abuelos, escribió después de algún tiempo, en uno de sus libros: “el barquito traza círculos delirantes, mientras los álamos se estremecen y nuestros destinos independientes quedan cercenados, él al opio y a la fama, cargando con la culpa y la vergüenza. Y yo, el hijo destrozado de El almuerzo desnudo, a las playas doradas y a las promesas de éxito”. (I)
Publicaciones
Los primeros libros
En 1953, año en el cual hizo su segundo viaje por América Latina, se publicó el libro ‘Yonqui’, bajo el seudónimo Bill Lee. Ese mismo año apareció ‘Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques’, con Jack Kerouac.
18 publicaciones hizo el autor, entre 1953 y finales del 70. Además trabajó en la exploración literaria del cut-up.
La generación beat
Contaron Estados Unidos en los 50 de otra manera. Desde su afición al uso de drogas, una gran libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental. Así influyeron a una generación posterior.