“Bolivia TV ahora da la voz a todos los pueblos en ese país”

Paola Pérez, periodista y presentadora de la estación Bolivia TV, estuvo hace pocos días en Ecuador para entrevistar al presidente de la República, Rafael Correa. En un diálogo con El Telégrafo habla sobre los medios de comunicación públicos en Bolivia.   

¿Cómo nace y cuál ha sido  la experiencia de la televisión pública en Bolivia?
La televisión boliviana o estatal nace hace casi 43 años, a través de un decreto de ley en el que  se permite que exista un medio para informar a la población y que tenga la cobertura necesaria. Bolivia en ese entonces daba un salto cualitativo en las telecomunicaciones y la televisión estatal no podía quedarse atrás. Pero en 2009 se decide, mediante otro decreto de ley, extinguir lo que era televisión boliviana por la mala administración que tuvo  y se crea una nueva idea comunicacional que se llama Bolivia TV.

¿A qué se refiere sobre la mala administración de la televisión?
En 2009  cambia el manejo de la televisión  pública, porque se había convertido históricamente  en un servicio de pleitesía al gobierno de turno, hasta antes de 2006, que es cuando el presidente Evo Morales entra en funciones. Iniciado su período presidencial, la televisión estatal se plantea profundas reformas estructurales y aplica un sistema comunicacional diferente. Cambia su visión y misión, y decide trabajar junto con el pueblo boliviano, es decir, acerca el micrófono a la gente.

¿Se democratiza entonces?
Claro. La democratización de esta nueva forma de comunicación se dio para todos, sin discriminar por la  condición social, cultural ni por la formación educativa que tenga la persona. Si existe un pueblo originario que sea guaraní, que se ubica en la  zona del Chaco boliviano, o un pueblo aymara, ellos tienen el derecho de expresar su posición, su historia y su vida.

“La forma básica de hacer comunicación es democratizándola. Los micrófonos deben ser para el pueblo”¿Cómo llega la televisión a estos pueblos?
Bolivia TV decide sumarse a este proyecto cambiando su visión comunicacional, ampliando su cobertura, instalando repetidoras en todos los municipios de Bolivia. Es decir que mientras me hacen esta entrevista (la acompaña un camarógrafo que la graba en vivo), en todas las localidades de Bolivia están conociendo cómo es diario El Telégrafo en Ecuador sin tener que trasladarse hasta este país. Esa es la magia de la televisión, con la diferencia de que nosotros logramos que ese pueblo pequeño y alejado, que ha estado históricamente relegado de la comunicación nacional, pueda conocer la realidad ecuatoriana.

¿Qué mecanismos de participación tienen los pueblos en Bolivia dentro de la televisión pública?
En este caso, en  nuestra programación. Hace siete años teníamos un canal con información muy lineal, que se ocupaba simplemente de hacerle lobby al gobierno de turno y de permitir que la información sea estrictamente oficial. Hoy hay programas que difunden nuestra cultura, que rescatan nuestra identidad. También se han instalado mesas de debate con los principales actores de las organizaciones sociales. Ahora los pueblos indígenas  se sientan a debatir y generan análisis de lo que ellos ven y de cómo se reconocen en esas transformaciones profundas que está viviendo Bolivia.

¿De su experiencia, cuál es el principal elemento que debe tener un medio de comunicación público?
La forma básica de hacer comunicación es democratizándola. Los micrófonos no deben estar capturados por grupos hegemónicos de poder sino por el pueblo. Y así lo ha decidido esta empresa que es Bolivia TV. Además, tenemos lo mismo que en su país: radios comunitarias que son manejadas por las propias comunidades donde tenemos repetidoras. No son concesiones, no son intercambios, sino el derecho a que se informen.