Blanc: "Hacer periodismo cultural es distinto a cubrir espectáculos"

El periodista mexicano Enrique Blanc es una voz sólida dentro del periodismo musical de su país. Con más de 20 años de trayectoria profesional, dice que, hasta hace poco, “en los diarios gringos no había un espacio dedicado a la crónica o reseña sobre la música latina”.

El trabajo independiente que empezó a hacer reconocible a Blanc en la revista La Banda Elástica (LBE) lo llevó a colaborar con el periódico estadounidense Los Angeles Times, algo que “constituyó un desafío” pese a que entonces ya era un especialista en la escena independiente.

“(Ese medio) no distinguía entre quiénes eran Caifanes y quién era Chayanne. Sin ese margen, a mí me mandaban a (cubrir) todo”, dice, en tono de broma, ante un auditorio que se ha formado en el Café del Teatro, en el marco del festival Ecuador Jazz 2016.

Blanc, quien reside en su natal Guadalajara, fue invitado al Encuentro de Periodismo Musical, que organiza el Teatro Nacional Sucre, y, entre los oficios que ejerce, están los de narrador, guionista y editor. Sin embargo, las actividades que convocaron a su audiencia, hace una semana, fueron las de productor, conductor y guionista de programas para radio y televisión especializados en temas de música y literatura.

“Fui desde a Inti-Illimani, que era una cosa para intelectuales, con ánimo revolucionario; a Ana Gabriel”, dice, con una modestia que le luce bien a su amplia trayectoria, todo para luego aclarar que ese trajinar le dio “un montón de conocimientos y herramientas que, a la fecha, sigo empleando”.

En octubre de 2012 se editaron los primeros 500 ejemplares de Flashback, La Aventura del Periodismo Musical, un libro publicado por la Universidad de Guadalajara, ciudad en la que Blanc figura tanto en medios impresos como electrónicos. Flashback reúne buena parte de las reseñas, crónicas y entrevistas de este narrador, quien ha escrito sobre Patti Smith, Beck y Bob Dylan y quien, equilibrando el azar y el tino que requerían, les ha formulado preguntas a Marc Ribot, Moby, Arto Lindsay o Cypress Hill.

“Al menos en el caso de México, no hay mucho periodismo que se haga sobre la música pop pese a que hay mucho que decir sobre esta”, dice Blanc, quien se presenta como un hedonista cuyo propósito es compartir, con lectores y escuchas, la música que le gusta, empresa a la que considera una misión, con todo lo que ello implica: una mezcla de compromiso y obstinación.

El periodista como gestor cultural

La primera herramienta con que un reportero puede enfrentar las labores de gestión, según Enrique Blanc, es el conocimiento especializado, lo que se va adquiriendo a través del tiempo, como un mero aficionado, melómano que circula desde la escucha de una canción al disco y conciertos, todo para saber más y crear una especie de “mapa musical personal”, el background o materia prima que se pondrá en marcha al momento de ejercer el oficio periodístico, desde una reseña discográfica hasta la crónica de un concierto o una entrevista especializada.

Para Blanc, la segunda herramienta para el periodismo musical es la trayectoria profesional: “cómo nos vamos desenvolviendo en el medio”. En este punto, el gestor tapatío hace una aclaración: “muchos diarios todavía confunden la idea de hacer periodismo cultural con lo que se conoce como espectáculos cuando son cosas distintas”. En cambio, dice, el anglicismo Entertainment distingue, en los diarios estadounidenses, a los espectáculos de las artes (Arts), donde entra la danza, lo visual y plástico, incluida la música en general, junto con el cine y la literatura, claro. “En América Latina tenemos un poco de miedo al cruzar estos dos mundos (la cultura y los espectáculos)”, sostiene Blanc, para quien la trayectoria de un periodista especializado en música puede tener un registro, e ir forjando una marca, en internet además de otras publicaciones.

La gestión cultural -de la que comúnmente los periodistas suelen limitarse a ser testigos- tendría a su disposición, para el autor de Flashback, una red de contactos en empresas discográficas u organizadores de festivales. Identificar a los agentes de la producción musical sería parte del posicionamiento. “La visión de campo”, la forma de proyectarse en el oficio periodístico, literario o de gestión sería la última herramienta en torno a la difusión y narrativas sobre música.

Un sonoro ejemplo de gestión

Dentro de la Feria Internacional de la Música, en la que ha participado el periodista que nos ocupa, hay “conciertos de diseño”, a través de los cuales, un grupo de gestores plantean a un músico en particular, o a su grupo, que haga un tributo o colabore con uno de sus referentes.

La primera edición de este proyecto fue un homenaje que le hizo Café Tacvba a Jaime López, el compositor original de uno de sus grandes proyectos: Chilanga banda. Ese acercamiento, entre gestores y los integrantes de Café Tacvba, había tenido como primer elegido al español Santiago Auserón, del grupo Radio Futura, cuenta Blanc, pero los mexicanos “no querían tocar las canciones de Juan Perro, el proyecto actual de Auserón, quien se negó a colaborar, por una cuestión de sintonía”, o de falta de esta.

La iniciativa ferial, toda una gestión en México, puso a Babasónicos a homenajear a Daniel Melero. Lo que demuestra que el periodista musical puede generar públicos. (F)
Enrique Blanc comenzó su carrera en el periodismo musical cuando se iniciaba la nueva ola del rock en México (fines del 80). Desde entonces escribe sobre la historia de la música popular contemporánea.

En el libro Flashback, el autor mexicano escribió una Declaración de principios: “últimamente me he inclinado por reseñar la música que más placer me genera, porque siento la compulsión por compartirla”.

Ecuador Jazz 2016 se desarrolla del 10 al 21 de febrero, en el Teatro Nacional Sucre. Hoy se presentan en concierto la estadounidense Catherine Russel y los nacionales Zulu Kings.

El Encuentro de periodismo musical y gestión cultural inicia su segunda semana de programación desde hoy hasta el 21 de febrero. A las 17:00, Sergio Arbeláez hablará de las ‘Nuevas tecnologías aplicadas en Arte y Cultura’, en el Café del Teatro (Sucre). (I)