Billy Soto reinterpreta los sellos de los Jama-Coaque
Billy Soto trabaja desde hace 4 años en lo que hoy es Identidad Única, una muestra en la que fusiona la iconografía de la cultura Jama-Coaque (500 a. C. y 1531 d. C.) con los conceptos básicos del diseño gráfico, las leyes de la Gestalt y el arte contemporáneo.
Los Jama-Coaque se asentaron en la zona centro-norte de Ecuador, desde el cabo San Francisco, en la provincia de Esmeraldas, hasta Bahía de Caráquez, en Manabí. Estudios antropológicos consideran que fueron descendientes de la cultura Chorrera, asentada también en esa zona costera del país, pero varios siglos antes. Es conocida principalmente por su alfarería, de la que se conservan aún cántaros, vasos, trípodes y de la cual destacan sellos tubulares y planos en barro cocido, elaborados con moldes, sobre los cuales agregaban detalles y aplicaban pigmentos de color.
El artista guayaquileño mencionó que seleccionó para la exposición 25 sellos tubulares de los 1.500 que existen de esta cultura en la reserva del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), en ellos descubre la capacidad de los “creadores visuales de la época”.
Guiado por el arquitecto Florencio Compte, decano de la Facultad de Arquitectura de la UCSG, Soto escogió los sellos para estudiarlos desde los principios del diseño gráfico y desarrollar su tesis de su licenciatura en Diseño Gráfico en la Espol, en 2011. Luego, en 2013, llevó la investigación a su maestría de Investigación en Arte y Creación, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. María Cuevas, su tutora, lo guió para que trabajara visualmente la convergencia de la geometría con los sellos. Cuevas realizó su investigación doctoral sobre la geometría y los movimientos simétricos, criterios que ayudaron a Soto a plantear los primeros puentes entre el pasado y lo contemporáneo.
La geometría tiene 17 movimientos —entre ellos reflexión, traslación y rotación—, que ayudan a generar procesos visuales, a partir de esto introdujo las gráficas afines a los sellos. Además, comparó la iconografía de los sellos Jama-Coaque con los principios gestálticos. Estos principios ayudan a comprender el ‘todo’ por las partes que lo componen, ya que el ser humano tiende a entender lo percibido como un solo elemento compositivo, es decir, cuando está en conjunto.
El artista tomó el elemento más básico de cada uno de los sellos para replantearlo. Escogió, por ejemplo, el pétalo de un sello en forma de flor repitiéndolo de forma concéntrica hasta producir una ilusión óptica. Lo mismo hizo con la figura de un rombo, o pintó manualmente sobre un vestido con uno de los patrones de los sellos. Las culturas prehispánicas, como la Jama-Coaque, trabajaban su alfarería con los colores con los que convivían. A partir de estas tonalidades, Soto creó una paleta con su nombre, al mejor estilo de un Pantone —el sistema de control de colores usado en las artes gráficas—.
En esta paleta fusiona tonalidades como el negro, el rojo y el crema, entre otros.
Soto cita dentro de sus referentes bibliográficos la obra de María Acaso, “ella propone diferentes tipos de composiciones, los comparé con los gráficos de los sellos y fue fantástico evidenciar similitudes compositivas con las propuestas de Acaso. Los Jama-Coaque tenían clara la idea de la comunicación visual. Llegar a la abstracción visual es un ejercicio complejo; hacerlo muy icónico, lineal, geométrico, toma mucho tiempo pero nuestros antepasados lo perfeccionaron. A tal punto que llegaron a plantearse: ‘Esto es lo que tenemos y esto es lo que nos sirve para representar nuestras ideas’”, comentó el artista.
Todas las similitudes que Soto encontró en las comparaciones entre la cultura Jama-Coaque y el diseño gráfico lo llevaron a montar en 3 semanas Identidad Única. Ahora, piensa que los signos y símbolos que impregnaron los Jama-Coaque en sus sellos deberían retomarse en la gráfica contemporánea.
Soto no está interesado en darse a conocer como el artista que solo trabajó con lo Jama-Coaque sino como aquel que genera información de creación visual, un puente entre el legado histórico y las representaciones contemporáneas. “Quiero que se genere una gráfica propia y rescatar el valor visual de nuestros antepasados. Sería fantástico que estas figuras se utilizaran en obras de arte contemporáneo, logotipos, iconografías, en elementos ornamentales, en arquitectura”, dijo.
En 2 meses aproximadamente se publicará un libro promovido por el Sinde (Sistema de Investigación y Desarrollo de la U. Católica), el Ipur (Instituto de Hábitat y Diseño), dirigido por el arquitecto Félix Chunga, y el apoyo de la Facultad de Arquitectura. El texto ahondará sobre el uso de la iconografía de esta cultura y su reinterpretación. La muestra estará abierta hasta el 22 de marzo en una de las salas temporales del Centro Cultural Simón Bolívar.