La potencia de la serie de grabados más recientes, de la artista quiteña Carina Suntaxi, tuvo a las orillas del río Daule como telón de fondo.

Permaneció en una residencia de tres meses en la Fundación Garza Roja, en Nobol, para realizar obras en gran formato. Allí surgieron las estampas de su colección, que suele renovarse cada año.

“Las imágenes de la naturaleza cruzaban por mis ojos y mi mente; las largas jornadas de grabar en matrices de cobre de dos metros hacían que seres surrealistas entren en mi imaginario”, cuenta la artista en el taller La Rueda, de Sangolquí.

Los protagonistas de esta serie -a la que le antecedió Azul, 2018- son el río que la acompañó, árboles, animales, y es la primera vez que publica las miniaturas junto a poemas, en un libro ilustrado del que se han empastado 50 ejemplares.

La Rueda con vista a la luz
La luz entra al taller de Carina Suntaxi y va a dar a sus obras de mediano formato que cuelgan de las paredes.

Hay dos prensas grandes (una manual y otra eléctrica) cerca de las mesas llenas de matrices y, junto a un librero y una radio, están los cajones largos que contienen las estampas grandes.

Es un segundo piso del barrio La Victoria, en Sangolquí, la ciudad en que ha vivido la mayor parte de su vida. La artista y docente Victoria Bastidas Mora fue la primera en reseñar el poemario luego de ver las pruebas que hizo la autora. Carina presentará el libro en Bogotá, el jueves 29 de agosto.

Versos y estampas
Ocho grabados acompañan la poesía de Carina Suntaxi, en escenas que mutan entre elementos naturales.

El color predominante es el azul, aunque el cielo rosa de los atardeceres noboleños fue el entorno en que empezó a realizar todo. El proceso se inicia al cubrir con barniz a base de brea las matrices de cobre, sobre las que un punzón metálico hace los dibujos.

Luego se queman en ácido nítrico y, ya secas, pasan por la prensa. Los trazos gestuales, intimistas y abstractos son característicos de la obra de Suntaxi, quien no incluyó todas las estampas realizadas en esta serie. Al inicio pensaba hacer dos poemarios, con una docena de grabados, pero los versos los redujeron.

En Colombia, la artista dictará un taller de linograbado, además de una exposición en la Feria de Arte Barcú, del 6 al 8 de septiembre.

El sábado pasado abrió uno de sus talleres en La Rueda, de monotipo, aguafuerte, xilografía y preparación de matrices y barnices al que asistieron 25 personas.

La técnica de Azulado es el aguafuerte, en que la línea es la principal característica estética, explica Suntaxi. Y esas líneas se modelan con el tiempo en el cual cada matriz permanece acidada.

El papel de algodón fue humedecido y secado antes del entintado de las matrices. En la edición de los textos colaboró Bastidas y entre los referentes de Suntaxi están Fernando Pessoa, Antonio Machado o Rainer Maria Rilke.

Este fragmento suyo describe su proceso creativo:

La tierra y el agua / se funden con mis huellas; / al caminar / mis pies registran el paso del tiempo / en el que está presente cada latido / de nuestro cielo rosa. (I)