Arte de Chemin da nuevos bríos a los corceles pintados
Coincidiendo con el final de la muestra Caballos de Colores en los espacios públicos de Guayaquil -mañana será la subasta planteada desde el inicio del proyecto, en la Plaza Baquerizo Moreno del Malecón del Salado, de la cual el 20% de los fondos recaudados se destinará a Solca- la artista francesa Christine Chemin presentará la exposición Colección Equus, hasta el 5 de agosto en la Galería de arte de la Alianza Francesa de Guayaquil (Hurtado 436 y José Mascote).
Ella mantiene vivo el motivo equino en la urbe, al poner a consideración del público la esencia verdadera del caballo plasmada en los lienzos.
En esta proyección de sentimientos equinos siempre está el ojo, mirada profunda y llena de emociones. Un reflejo mágico de la belleza equina que, según lo anhela y cree la pintora, conmueve al público para que reconozca el espíritu de libertad indomable del hermoso animal. Los cuadros de mediano formato en técnica mixta estarán dispuestos en la galería en jornadas de lunes a viernes, de 09:00 a 19:00.
Una coincidencia es que tanto la muestra Caballos de Colores como la de Chemin fueron curadas por Inés Flores. De la obra de la artista, la reconocida curadora y museóloga ecuatoriana ha dicho que: “Christine se ha inspirado en diferentes ejemplares, cada uno con sus características propias, que ella ha sabido resaltar con un dibujo preciosista y una paleta armoniosa, para configurar unas obras que ciertamente tienen un encanto natural”.
Alicia Loaiza Ojeda, directora del Centro Cultural Metropolitano (Quito), donde la misma colección se exhibió del 2 de junio al 3 de julio, comentó que pocas historias entre dos especies han sido tan paralelas como la de los humanos y los caballos, cuyos antepasados de la raza Equus se calcula que aparecieron hace 5 millones de años.
“Tal vez esta cercanía los ha hecho parecidos... su inteligencia, la capacidad de investigar sus miedos y superarlos, su estado de alerta permanente, su pertenencia a un colectivo, la protección a sus proles, su respeto a jerarquías y su vocación para establecer vínculos con su especie, con otros animales y con el ser humano, volviéndolos eminentemente sociales de tal forma que una soledad obligada puede causarles daños psicológicos... Y, por otra parte, su belleza, esbeltez, misterio, donaire”, añade Loaiza.
Coincidencialmente, la ciudad será sede a fines de julio del primer campeonato internacional de equitación (salto) en el Guayaquil Country Club. A la par, a los Caballos de Colores se les contrapone el proyecto Burros de colores, de Jorge Jaén.