Antonio Negri vive y piensa a la izquierda mientras se sumerge en el mundo de la academia, en el que destacó desde muy joven, cuando enseñaba “Dottrina dello Stato” (Teorías del Estado) en la Universidad de Padua, su ciudad natal.

Este filósofo y docente italiano de 79 años se encuentra en Quito, y dictará esta tarde, desde las 18:00, una conferencia titulada “Biocapitalismo y constitución política del presente”. La charla se llevará a cabo en el auditorio de la Flacso, ubicado en Pradera y Diego de Almagro.

Negri es considerado uno de los pensadores más importantes de la segunda mitad del siglo XX, y una de sus teorías más destacadas es precisamente la del “biopoder”, de la que se deriva la “biopolítica”, una serie de regulaciones del estado que, según algunas corrientes de pensamiento, constituye una invasión del poder en la vida de la gente. 

Tanto “biopoder” como “biopolítica” son términos acuñados por el psicólogo y filósofo francés Michel Foucault, una de las mayores influencias en el pensamiento de Negri, que ha presentado varias veces ya su disertación sobre el “biocapitalismo”, al que define como una visión mercantilista de la vida humana. Esa influencia se reforzó con el autoexilio de Negri a Francia, donde el gobierno de Francoise Mitterrand lo acogió como refugiado.

Había pasado, desde 1979, cuatro años en prisión por sus escritos, en los que favorecía la insurrección armada. Una corte los consideró “moralmente responsable” de los ataques al estado italiano que se produjeron en las décadas de los 60 y 70 (etapa en que estaba de moda la persecución de comunistas), por parte de grupos revolucionarios, con los que Negri estuvo involucrado durante toda su vida.

Para salir de prisión fue postulado a un cargo en el senado, escaño que ganó, obteniendo así la inmunidad, que poco después sería revocada. Fue ahí cuando huyó. En sus libros, Negri retoma una visión del capitalismo desde el comunismo (teoría que profesa desde los 20 años, cuando conoció la forma de vida de los kibbutz en Israel).

La crítica que plantea apunta a un ataque hacia la globalización: llama “imperio” a una red global de poderes, en los que se articulan algunos gobiernos que ejercen el poder sobre otros gobiernos (los llama “monárquicos”), estados-nación y corporaciones multinacionales (“aristocráticos”) y la prensa y ONGs (“democráticos”).

En Guayaquil, paralelamente, la Universidad Casa Grande (UCG), transmitirá la conferencia, vía Internet, en vivo, en la sala 12 del Edificio Blanco.