Esta noche la quiteña Andrea Vela dirigirá la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG) como maestra invitada. 

El repertorio incluye la Sinfonía N°1 de Gustav Mahler, el Concierto para Cello y Orquesta en re menor de Édouard Lalo y una cumbia del lojano Nontolino Morocho, en una especie de homenaje y difusión de su obra tras su muerte el año pasado.

Vela, la única mujer directora de una Orquesta Sinfónica en el país y una de las excepciones en América Latina, pues desde 2012 dirige a los músicos lojanos, escogió la obra de Mahler para trabajar con la Sinfónica de Guayaquil porque consideraba que era un reto.

Durante seis días de trabajo han ultimado los detalles de la pieza sinfónica que tiene una hora de duración y tuvo que incluir la participación de varios músicos invitados, por los detalles de la pieza. Serán aproximadamente 90 músicos sobre el escenario del Centro Cívico.

Vela considera que en la música de Mahler se sienten  momentos de su vida y su trastorno de bipolaridad.

José Paredes Sánchez es el tercero de cuatro hermanos dedicados a la música y es el único que toca el cello, el resto de la familia toca el violín.

El primer movimiento es un canto a la naturaleza, en el cual se escucha el canto de los pájaros en la mañana.

El segundo está basado en una danza austriaca con el contraste de una sección de trío. El tercer movimiento es la conjunción entre una marcha fúnebre y el canto de una banda popular, manifestaciones que tuvieron gran influencia en la vida de Mahler, desde su niñez, cuando miraba pasar por su casa las procesiones.

El último movimiento es un grito al destino, al universo, una especie de viaje desde la tierra al paraíso.

Vela ha desarrollado un estilo de dirección que se caracteriza por la fuerza de sus movimientos frente a los músicos. Además de sus estudios de dirección orquestal, en China, y sus estudios de violín, en Estados Unidos, desde que estaba en la Orquesta como violinista sintió ese impulso por dirigir al resto de músicos. 

Desde que empezó en la dirección de un grupo de música contemporánea en Estados Unidos no ha parado de dirigir cuanta agrupación le propone hacerlo. Luego de siete años en la Sinfónica de Loja siente que ha desarrollado un lenguaje corporal claro para sus intérpretes.

“La formación -dice Vela- como director de Orquesta es fundamental. La gente piensa que hay que coger la batuta y pararse frente a la Orquesta y no es así”. Cuando empezó, hace ya 20 años, era muy joven y la gente dudaba.

“Desde allí ya empezamos con una desventaja, lo más importante es prepararse bien, nutriéndose de experiencias, es importante mantener esa firmeza como líder y ser humano. El músico siente al director desde que saluda. Por eso es importante tener esa entereza interna”. 

Considera que un director debe amar a sus músicos, aun cuando esa relación no sea recíproca y si algo hace con sus movimientos es respirar con la música. Desde esa idea lleva a los demás a respirar bajo su batuta.

El solo
José Paredes interpretará por segunda vez el concierto para cello de Édouard Lalo como solista. Desde niño, cuando aprendía a movilizar sus manos en el cello, quiso ser el protagonista de una orquesta con esta obra porque lo hace sentirse parte de una aventura  de piratas por la manera en que recoge el folclor español. Además “esta obra exalta la versatilidad del cello, toda su fuerza”, dice Paredes.

La primera vez que fue solista de esta pieza fue el año pasado, tras ganar un concurso, con la Sinfónica Nacional. Esta vez lo hará por primera vez como solista con la agrupación de la que forma parte desde 2013. (I)

Opereta

Estreno de Salgado

Este año la Sinfónica de Loja, bajo la dirección de Andrea Vela, interpretará Ensueños de amor, una opereta de Luis Humberto Salgado. Lo harán en el marco del Festival Nacional de Artes Vivas de Loja  en noviembre. 

90 músicos participarán en el concierto que presenta hoy la Orquesta Sinfónica de Guayaquil. 

Seminario de dirección 

Vela lidera en Loja un seminario de dirección orquestal con la Sinfónica de Loja. La segunda edición se realizará en septiembre con la idea de desarrollar el oído musical de la agrupación.