Alfonso Cuarón, el gran protagonista individual de las nominaciones a la 91 edición de los Óscar, con cuatro candidaturas dentro de las 10 que obtuvo su obra Roma, dijo: “estamos viviendo un gran momento del cine, un momento que la diversidad es celebrada por el público”.

Roma se convirtió en la primera obra en español que logra la nominación en la categoría reina de los Óscar, la de mejor película.

“Muchas gracias a la Academia por reconocer a Roma en estas categorías”, señaló el cineasta en un comunicado remitido a EFE.

“La experiencia humana es una sola y es gratificante que una película en blanco y negro sobre la vida en México es celebrada alrededor del mundo. Estamos viviendo un gran momento del cine, un momento en el que la diversidad es celebrada por el público”, agregó.

La película es una oda al matriarcado en el que Cuarón se crió y una carta de amor a Libo, su niñera, que en la ficción toma el nombre de Cleo y es interpretada por la debutante Yalitza Aparicio, todo sencillez y sinceridad.

“Este tipo de visibilidad empuja a nuestra industria hacia adelante y crea oportunidades para que surjan nuevas voces y perspectivas”, apuntó Cuarón.

“Se trata, además, de un testimonio de lo tarde que   llegamos a este momento, en el que las historias de los invisibles entre nosotros -las trabajadoras del hogar y las mujeres indígenas- son puestas en el centro de las narrativas. Comparto esto con el elenco, el equipo, los productores y más importante que nada, mi familia y México”, añadió.

Hace cinco años Cuarón  hizo historia al ser el primer director hispano en lograr un Óscar (Gravity), pero ahora ha llegado más lejos al convertirse en el primero en ser nominado a mejor película extranjera y mejor película por Roma.

Lo ha logrado con un proyecto personal, rodado en blanco y negro, en español y mixteco, con intérpretes, la  mayoría, debutantes y rodeándose hasta de los muebles de sus padres que abrigaron su infancia. (I)