Armando Bo lleva en sus genes el amor por el cine. Su abuelo, del que heredó no solo el apellido sino también su nombre, es una leyenda en Argentina, donde fue pionero del cine  erótico-popular a través de los célebres desnudos de la exuberante actriz Isabel Sarli en las décadas del 50 y 60. La posta del célebre director fue tomada primero por su hijo, Víctor, quien alcanzó fama en el 70 como actor de comedias. Y ahora es el turno de otro, Armando,  quien a los 35 años aspira a un premio Oscar como coguionista de ‘Birdman’, también nominada como Mejor película, al igual que su director, el mexicano Alejandro González Iñarritu.

En entrevista con EL TELÉGRAFO vía telefónica desde Los Ángeles, donde reside, el guionista y director argentino de ‘El último Elvis’, su ópera prima, asegura que “hay una apertura al cine latinoamericano bastante interesante” en Hollywood. “Sin dudas se lo tiene más en cuenta en Estados Unidos, tiene las puertas más abiertas que antes. La globalización abre las puertas”, dice el también coguionista de ‘Biutiful’, la anterior película de Iñarritu.   

‘Relatos salvajes’, del argentino Damián Szifron, es candidata al Oscar. El mexicano González Iñarritu compite con ‘Birdman’ y tú estás nominado también por el guion de la misma película. ¿A qué se deben los éxitos del cine argentino y mexicano en los últimos tiempos?

‘Relatos salvajes’ es una gran película y nosotros sumamos también. Alejandro (González Iñarritu) es un gran director que traspasó los límites del cine mexicano. Es ya un director internacional criado en México, pero instalado en Estados Unidos. Sin dudas al cine latinoamericano se lo tiene más en cuenta en Estados Unidos, tiene las puertas más abiertas que antes. La globalización abre las puertas para que uno pueda venir más fácilmente. México está siempre más cerca. Pero ahora hay una apertura hacia lo latinoamericano bastante interesante. Para los argentinos siempre es más difícil. Sin embargo, Estados Unidos siempre fue de recibir gente que tiene talento. Lo mismo Hollywood que está basada en gente que vino desde afuera.

¿Cómo fue que te vinculaste con González Iñarritu?

Con Alejandro hay una conexión creativa y también cultural. Podríamos meterlo todo en una misma bolsa. Paralelamente a mi trabajo en el cine empecé y sigo haciendo publicidad. Él dirigía su productora en México y lo conocí a través de amigos y seguimos en contacto. Le envié entonces el guion de mi película ‘El último Elvis’, que escribí junto a mi primo Nicolás Giacobone, y nos convocó a los dos a trabajar con él. Fue una gran sorpresa. Siento una gran admiración por él y quedamos muy agradecidos por la oportunidad. Generamos una relación espectacular de amistad. Nos transformamos en parte de su equipo. Ahora trabajamos en una nueva serie de televisión que se llamará ‘One per cent’ y que saldrá en 2016 en el canal Ztarz.

¿Cómo surgió la idea del guion de ‘Birdman’?

Alejandro nos llamó porque quería hacer una comedia, en un solo plano. Nos contó una idea de un tipo levitando en calzones y ahí comenzamos a hacer esta película. Fue un proceso entre 4 (Iñarritu, Bo, Giabocone y el estadounidense Alexander Dinearis Jr.), yendo y viniendo. Fue un proceso fascinante. Trabajar entre cuatro es complejo y al mismo tiempo interesante. Se van sumando niveles de ideas a la historia, no todos pensamos igual, y se genera debate. Es importante dejar de lado el ego y escuchar al equipo.

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¿Esperaban esta nominación al Oscar?

Uno siempre espera que esto se vuelva algo importante, interesante. Habíamos hecho ‘Biutiful’, que no fue un éxito de esta envergadura. Ahora se siente como que lo positivo viene de todos lados. Estamos muy sorprendidos y tratamos de vivirlo normalmente.   

¿Prefieres trabajar en conjunto o esta es solo una asociación creativa temporal?

Necesito la participación. El trabajo en equipo es clave. Sobre todo en un guion, que está hecho para una película, la colaboración es importante. Hay mucha sicología, de estructura, de diálogo de ideas, siempre suma…

Cargas un nombre y un apellido difícil de sobrellevar. ¿Te miran diferente por ser nieto de Armando Bo y llamarte como él?

La verdad no es una carga. Nací con este nombre, es más mío que de mi abuelo. No tuvimos la suerte de compartir mucho tiempo juntos. En Argentina representa muchas cosas. Aquí (en Los Ángeles) no saben quién es mi abuelo. Yo siento mucho orgullo. Cuando cuento su historia se sorprenden y lo respetan. No siento presión para nada. Él hizo algo diferente y genial. Y yo hago lo mío. Estamos pegados por un nombre, pero hago mi camino. No siento un peso. Mi nombre me ayudó en muchos momentos. Es algo más positivo que negativo.

¿Cómo ves el cine latinoamericano?

Siento que el cine mundial, más allá del latino, pasa por un momento difícil. Tiene competencia en series, entretenimiento, internet, videojuegos. Es un arte difícil y muy caro, sufre mucho el negocio. Hay películas buenas y también películas independientes malas. Arte y no arte, sería bueno un balance para encontrar buenas historias, que no haya tanta películas hipertaquilleras, porque en este negocio debería haber una difusión más sana en la división de películas. Filmes más chicos no pueden competir con películas de superhéroes. Al cine latino en los festivales siempre le va bien y en las taquillas no tanto. Sería bueno hallar una manera de unir e igualar.

¿Hay políticas de fomento o solo es fruto del talento?

Hay políticas pero al mismo tiempo son un poco antiguas. Hacer la película es un punto, pero lograr distribuirla es otro. Una buena distribución la puede poner en un lugar más interesante. Preferiría que haya menos películas, pero que sean apoyadas de mejor manera con más incidencia y aporte. La venta de la película no está bien ejecutada o hay películas que tienen oportunidades que no las pueden aprovechar, y muchas que no las ve nadie.

¿Qué tan difícil es hacer cine en América Latina?

Es difícil hacer buen cine en América Latina. Depende mucho de la historia, es algo difícil y también porque es un arte muy caro. No puedes competir. Con "El último Elvis" nos iba bien y salió justo Los Vengadores. Los cines querían Los Vengadores y es entendible, pero es difícil poder mantenerse ahí.

¿Cuáles son tus metas para el futuro?

Un guion de película que se llama Stand by, con Nicolás Giacobone, que estoy tratando de hacerla en Estados  Unidos con una productora independiente. Estoy cerrando el casting que es lo más importante para una película de este tamaño y estoy empujando para filmarla este año. Es una productora muy importante de cine indpendiente, pero no puedo dar muchos nombres. Sería genial hacerla este año.