Afiche de película fue censurado por presión de un grupo religioso
“Se están metiendo con la mamá de Dios. ¿Y qué les pasa a las ciudades que se van contra la Virgen?, ¡tsunamis, terremotos!... Hemos llamado a todo el país, y todo el país está indignado por esto”, frase sentenciosa pronunciada por una señora beata que con un cartel con la imagen de la Virgen de El Panecillo protesta afuera de uno de los cines de la capital. Ella aparece en un video que circula en YouTube, grabado artesanalmente por un grupo de chicos en Quito. El motivo de su enfado era evidente: una falta de respeto a la Virgen de Quito, a la “madre de Dios”, que sale en el afiche promocional de la película ecuatoriana A tus espaldas y que ocasionó que los administradores de las salas Multicines y Cinemark sacaran el afiche original, y en su lugar colocaran otro con un fondo negro y una frase pequeña en el centro explicando el eslogan.
Esta especie de censura sería la primera en registrarse en el naciente cine local aplicado a un medio de comunicación cultural como es el afiche cinematográfico, y que ha causado sorpresas en muchos.
En el video de la web, se abren los debates como: “¿Le matan a la Virgen?, !la Virgen es una estatua! Una estatua es un ser inerte, carente de vida. Por lo tanto, pregunto yo, ¡¿cómo se mata a una estatua?! Por cierto, maravillosa la película? Vamos, que no todos los ecuatorianos somos tan huecos como las viejas estas, que solo representan al pasado”, dice un internauta.
El gerente comercial de Multicines, Santiago Cárdenas, comenta que ellos son solo intermediarios entre el público y el exhibidor, y que no han ejercido tal censura. “Recibimos observaciones de clientes frecuentes que nos decían que se utilizaba la figura de la virgen para un tema publicitario. Si bien no había una ofensa directa, se usaba la imagen de algo delicado, por eso hemos pedido una utilización de una imagen más neutral”, explica y aumenta que no se debe restringir ningún contenido, pero cuando se trata de la identidad religiosa se vuelven temas sensibles para ciertos grupos humanos”.
Pero el grupo que ejerció presión no representaba a ninguna organización religiosa. Cárdenas indica que no desean herir susceptibilidades de nadie, ni de la mayoría ni de la menoría. “Si mañana se pusiera una imagen en la que un grupo musulmán lo considerase irrespetuoso, le daríamos la misma importancia”, comenta.
Sin embargo, el cine se ha llenado de imágenes que por atrapar al espectador utilizan simbologías controversiales. Cintas como la de M. Night Shyamalan, con su película Devil, traducida como “La trampa del mal”, la cual utiliza una cruz invertida de fuego en medio de un ascensor, y así otras cintas de terror donde el cristianismo es comidilla fácil para diseñadores gráficos, y que nunca han tenido censura en los cines capitalinos. Cárdenas asegura que estos son casos distintos, de lo contrario “no hubieran recibido tantas llamadas solicitando que no usáramos la imagen de la virgen con la desnudez y la sensualidad”. Para Tito Jara, director y creador del concepto del afiche de su película, no se ha querido generar controversia, sino diálogo y debate.
“Mucha gente nos escribe cosas buenas, y se han dado cuenta del afiche en negro”, asegura. Agrega que en Facebook ciertas personas se han metido como hackers y han borrado la foto del afiche. “Hemos escogido la estatua de la Virgen de El Panecillo de la ciudad para diferenciar las clases, no para meternos con la religiosidad de nadie”, explica.
“Primero que la mujer en el afiche no está desnuda, y si así fuera, ¿cómo pintó Miguel Ángel la Capilla Sixtina?, pero en la época de la Inquisición se le pintó ropa. No quiero pensar que en Quito estemos viviendo como en esa época”.
Para el director no importa que el afiche se haya quitado y que en su lugar se haya puesto uno totalmente negro, ya que la gente ha percibido la prohibición y revisa el afiche por la red. Cristina Andrade, asidua asistente a los cines, manifiesta que la religiosidad de algunas personas se inmiscuye en los espacios públicos, que deben ser respetados y no censurados ¿Dónde queda la libertad de expresión entonces?, comenta.