A Oquendo se le ‘aligera el alma cuando decide ser poeta’
El jueves pasado, entre risas y anécdotas, se hizo el lanzamiento del nuevo libro de poemas del periodista Diego Oquendo, cuyo título completo es Acerca del Hada y el Hombre Intenso y otros poemas que iluminó el olvido. La actividad fue en Librimundi de la Mariscal. La librería es la editora del libro. A la presentación acudió la familia del autor, además de amigos, como el expresidente Rodrigo Borja, los escritores Diego Cornejo y Javier Vásconez y el reconocido pintor Osvaldo Viteri, quien contribuye al mencionado volumen con sus ilustraciones.
La obra es un grupo de cuatro cuadernos, escritos entre 1975 y 2013, cuyo denominador común -tal como se explicó esa noche- es la brevedad y la sencillez, el tratamiento poético de lo cotidiano y el amor.
El primero, Acerca del Hada y el Hombre Intenso, es un canto a “los milagros del amor”, escrito hace décadas desde las orillas del Mar Báltico Alemán. Las otras tres partes, Alguien, Asomado a la gente y Poemas a la deriva, surgen de apuntes de viaje, reflexiones y meditaciones desde lugares tan diversos como China, Austria, Inglaterra, Israel y la ciudad de Esmeraldas, en Ecuador.
En este sentido, el poemario, publicado de forma tardía en la trayectoria personal de Oquendo como escritor, representa una revisión completa de su obra lírica, tanto para él como para los lectores.
Para presentar su obra, el autor se hizo acompañar de la escritora cuencana Juana Neira y su buen amigo, el intelectual Antonio Rodríguez Vicéns, quien escribió la introducción de la contraportada del libro.
“Juanita”, como se refería a ella de forma cariñosa el propio Oquendo, utilizó su turno de palabra para hacer una interpretación lírica de la obra, que se convirtió en un poema de cosecha propia: “Frente a frente, el poeta asomado ante la gente. Descifrando paisajes. Escribiendo su mundo y el de todos.
Colores imprescindibles como el gris del Rin o la luna roja de Hamburgo. También los mundos desconocidos y concluidos. Poemas a la deriva son caminos andados y desandados que se convirtieron en atajos de ternura y de atávicas melancolías. Amor y alegría de la vida misma, en cada poema se traduce su propia música interior. Metáforas pintadas de bruma. Risas y lágrimas color violeta”, leyó la autora.
“Les invito a descubrir la poesía de un hombre que ha apostado por revelar su mundo a través de la palabra”, dijo la escritora.
Rodríguez Vicéns, fiel a su estilo, empezó con una cita: “Miguel de Unamuno decía que a los 15 ó 16 años todos somos poetas, pero el auténtico poeta es aquel que llegando a viejo sigue escribiendo poesía”, dijo en referencia a Diego Oquendo. El público lo acompañó con risas y aplausos.
Luego hizo una lectura filosófica de la obra, que giró en torno a la naturaleza de la poesía en la antigüedad y el olvido al que se ve sometida hoy en día: “Antes el hombre vivía poéticamente y la poesía era una presencia cotidiana en su vida. Como no era capaz de explicarse este misterio de la vida, del universo, todo lo trataba de interpretar poéticamente, míticamente. Por esto los poetas tenían una posición muy especial dentro de la sociedad. Pero nos hemos ido alejando de la poesía y la realidad sufre un proceso de despoetización. Vivimos absortos en nuestras urgencias, hemos dejado de ver el mundo que nos rodea. La vida, la muerte y el dolor han dejado de ser un misterio”, reflexionó.
Por esta razón la poesía de Diego Oquendo le parece tan importante y actual, ya que tiene “una mirada limpia y fresca del mundo que le rodea; lo recrea y lo poetisa, lo siente. También lo vincula con los temas que nos angustian, la soledad, la vejez, la muerte. Poetisa lo cotidiano, ve lo hermoso en las cosas simples y sencillas”, expuso.
Posteriormente se instó al poeta a que leyera sus propias creaciones, algo a lo que accedió. Leyó varios poemas entre más bromas y complicidad. Entre estos destacó Poeta ante una taza de café, poema reciente en el que reflexiona sobre la soledad en una sociedad acelerada y la vejez en el atardecer de la vida.
“Soy duro, durísimo, en el análisis político, pero se me aligera el alma cuando decido ser poeta, he aquí la dualidad de un mismo y único mundo espiritual”, dijo Oquendo, quien es reconocido radiodifusor cuya voz se escucha a través de radio Visión.
Al final, en Librimundi se anunció la intención de transformar la librería de la Mariscal en un centro social y cultural, dedicado a fomentar “las artes en un sentido amplio, sin centrarse únicamente en la literatura”. Con ello justificó la presentación de aquella noche.