ENTRE FINALES DE 2013 E INICIOS DE 2014 SE HAN FUNDADO 3 EStablecimientos EN EL SECTOR
3 gestores independientes miran el sur como espacio cultural
Cuando Guayaquil cumplía 100 años de independencia, un sector de la población burguesa miró hacia el sur como una opción para establecer sus nuevas viviendas y celebrar. El centro estaba sobrepoblado y el sur lleno de haciendas. Para el hecho, planearon construir el Barrio Centenario.
Luego, el proceso de migración e invasión en zonas aledañas y las nuevas opciones inmobiliarias de los 40 y 50 mostraron a la clase media creciente nuevas opciones, esta vez en el norte de la urbe. Las diferencias entre las poblaciones -de norte y sur- dentro de la misma ciudad pueden leerse en su oferta cultural.
En Guayaquil, una de las principales opciones para el cine son las salas de grandes cadenas dentro de centros comerciales. En el sur hay 2 y la programación guarda distancias con lo que se proyecta en las sedes de otros puntos geográficos.
Usuarios de este espacio han evidenciado las diferencias principalmente con los horarios, las traducciones en español latino sin subtítulos en inglés.
Marcelo Quiros, gerente de mercadeo de Cinemark -con sede en el Mall del Sur- comentó en entrevista con este diario que casi siempre tienen las mismas películas en todos los cines que manejan en Guayaquil. Sin embargo, aclaró que en ciertos casos, los horarios y el número de semanas en cartelera dependen de su demanda. “A mayor demanda más tiempo de permanencia”, comentó Quiros.
Un ejemplo fueron las 2 semanas que estuvo el documental de la Muerte de Jaime Roldós. Este filme, en las salas de Mall del Sol y CityMall tuvo mayor permanencia.
Otro punto de quiebre de los espacios institucionalizados de la cultura en la ciudad son las librerías. Las cadenas que tienen sus sedes en el norte se han expandido dentro del mismo circuito. Ninguna ha visto como posibilidad expandir su oferta hacia el sur.
A diferencia de la oferta que presentan las cadenas culturales y de espectáculo en el sur de la ciudad, los gestores independientes han visto en el sur una opción para dinamizar su oferta.
En lo que va del año 3 espacios culturales contemporáneos se han insertado en el sur de la ciudad.
El primero fue la Galería Entelequia, a finales de 2013. Según su fundador, un exestudiante del Instituto Superior Tecnológico del Ecuador (ITAE), este lugar nació solo. Desde otakus, músicos, deportistas (skateboarding) y artistas utilizan esta plataforma fundada para artistas emergentes.
El segundo, en llegar al sur, o al menos concretar su espacio independiente, fue Muégano Teatro. Desde ese espacio para la dramaturgia, la agrupación fundada hace más de 10 años promueve obras de teatro y nuevos diálogos.
Según sus integrantes, “el Muégano Teatro decidió radicarse en Guayaquil a la luz de sus reflexiones en torno a poéticas de la disidencia y la diversión. Así, la aridez cultural y el conservadurismo moral y político de la ciudad les parecieron ideales para proyectar desde ella su trabajo, en los dialécticos términos de Brecht y Benjamin: Se trata de estar en la corriente en contra de la corriente”.
Finalmente, La Casa Morada, agrupación presidida por María Paulina Briones, abrió su espacio en el sur bajo el lema: “el sur también existe”, como diría la Mafalda de Quino.
Cuando llegó, el primer comentario que recibió sobre su espacio fue del señor que vende sánduches de chancho cerca. “Le va a costar, mire yo cuántos años llevo”.
Para Briones, una de las principales razones para fundar su espacio en el sur fue la saturación que enfrenta el norte.
“Yo sí veía que hay una demanda en toda la ciudad y la gente que está en el sur va a otros espacios a comprar libros. Particularmente, no me gustan las librerías de centro comerciales y cuando vi disponible este espacio me pareció interesante que el parque estuviera cerca, igual que Muégano”, dijo Briones.
Sin embargo, el sur desde la década del 90 tiene espacios que se han sostenido en el tiempo y cuya convocatoria ha dependido del trabajo sostenido de sus promotores. Ese es el verdadero reto de los espacios que actualmente pretenden dinamizar la cultura en el sur.
Uno de los primeros lugares de promoción cultural fue el Teatro del Centro Cívico, dentro del parque Forestal. Su construcción inició en 1970, pero se fundó en 1990. El teatro fue entregado por el Municipio de Guayaquil en comodato al Banco Central del Ecuador por 90 años. Durante su primera década ofertó cursos de pintura y danza.
A partir de 2004 fue parte de las instalaciones del Instituto Superior Tecnológico del Ecuador (ITAE). Luego, de algunos años de cierre, la Orquesta Sinfónica de Guayaquil empezó a ocupar este espacio como su base en 2009.
El Coro de la Universidad de Guayaquil ha trabajado con el público del sur desde la Casona Universitaria, primero con su fundador Enrique Gil y actualmente con Fernando Gil. Fernando Gil comentó que lo más importante de estos espacios es darles difusión. Reconoció que hay un nicho de público, cuya formación es trabajo de cada gestor. “Tú formas, no puedes relegarle esa responsabilidad a nadie. Si has creado tu espacio tienes que formar. Finalmente, el artista serio subsiste, los otros mueren con el tiempo”, dijoGil.
Datos
Muégano Teatro trajo a Guayaquil ‘Instrucciones para abrazar el arte’, del dramaturgo Arístides Vargas. Las funciones se agotaron una vez abierto el evento.
El Coro de la Universidad de Guayaquil presenta, en el Paraninfo de la Casona Universitaria, el Festival Internacional de Coros ‘El canto hermana a los pueblos’. El 28 de agosto iniciará la 36 edición.
La Casa Morada ha extendido su espacio de librería a los parques. Una de las primeras actividades realizadas por la agrupación fue la lectura de poesía en el parque Forestal.
Mañana, a partir de las 20:00, la librería de La Casa Morada volverá a trabajar lecturas de poemas con Carolina Portaluppi, Ernesto Noboa y Gabriela Vargas.