Participarán 149 piezas del maac, 115 del museo central de quito, siete del de esmeraldas y uno del de bahía de caráquez
272 piezas fortalecen identidad del chamán
Desde 2010, el Musée du Quai Branly, de Francia, busca aproximar a Europa las ritualidades precolombinas de América Latina. Este espacio para las civilizaciones y las artes iniciará el año con la muestra más grande que haya visto Europa de las culturas asentadas en el territorio ecuatoriano entre 1000 a.C. y 500 d.C.: Chamanes y deidades del Antiguo Ecuador.
En un trabajo conjunto entre el museo francés y el Ministerio de Cultura de Ecuador, de enero a marzo se expondrán 272 piezas que relatan la relación de las culturas ecuatorianas como La Tolita o Valdivia con la tierra y la divinidad.
La muestra está dividida en cuatro secciones que buscan potenciar la tradición del chamán como parte de una espiritualidad que se desarrolla en un ambiente nativo y en soledad. “El chamanismo es visto hoy desde lo new age, está de moda y eso hace que haya quienes desvirtúen con sus prácticas la verdadera idea de su figura”, explica el curador de esta muestra, el arqueólogo y antropólogo Santiago Ontaneda.
La primera sección describe las deidades del antiguo Ecuador. Se prioriza, según Ontaneda, la forma cómo las comunidades estaban relacionadas con elementos de la naturaleza. Estas culturas concebían la existencia de tres mundos: el celestial en el que estaban el sol y la luna; el inframundo donde se encontraban los ancestros (e incluso es un espacio que medita sobre lo existente en el interior de las montañas). El tercer mundo es el espacio terrestre, donde estaban los humanos, los animales, los ríos. En el plano terrenal están entre las principales deidades el jaguar o la serpiente. “Ellos concebían que todos los elementos de la naturaleza tenían espíritu. Esta manera de concebir el mundo hacía que las sociedades antiguas se muevan en un mundo espiritual, pero de manera cotidiana”, explica Ontaneda.
La segunda se enfoca en el saber sagrado. De acuerdo a Ontaneda, las piezas que componen esta sección relatan el camino que define al chamán. El rol se adquiere en la niñez, cuando inicia un proceso de abstinencia alimenticia y sexual, así como largos períodos de soledad. En una tercera parte se expone el ejercicio del saber sagrado. En él se involucran las prácticas de los rituales, que dependen siempre del tiempo y la edad del rito.
La cuarta parte concluye el leitmotiv de la muestra. “El chamán es el único que puede moverse en estos tres mundos a través de su conocimiento holístico. En cambio, el chamanismo actual está muy desvirtuado “se ha prostituido y la idea es reflexionar sobre la existencia de un falso chamán”, dice Ontaneda. ¿Cómo reconocer a un verdadero chamán? Ontaneda considera que hay un esfuerzo por el reconocimiento de la figura.
Sin embargo, debe priorizarse en su jerarquización el saber que adquiere desde niño en un determinado entorno. Para Ontaneda, el camino que lleva “el chamán origina un reconocimiento social, no solo espiritual, sino también político”.
Participan 149 piezas de la reserva del Museo de Arte Antropológico y Contemporáneo (MAAC), 115 del Museo de Quito, una pieza del museo de Bahía de Caráquez y 7 del Museo de Esmeraldas. (I)