25 niños leyeron ‘Las raíces del hombre’

Las velas se encienden antes de iniciar la lectura. Veinticinco niños intercambian la experiencia con el fuego. Exponen sus manos para calentarlas y ríen con sus compañeros hasta que las primeras voces empiezan a declamar en un intento tímido ‘Niño’:Tierno como una lágrima liviana, como un gorrión, como una tenue gasa, como un lirio.

El auditorio guarda silencio, las luces artificiales han sido -en parte- reemplazadas por la llama de los cirios. Los veinticinco niños han aprendido en este curso vacacional, abierto por el Archivo Histórico del Guayas, quién fue Miguel Donoso Pareja. “Un escritor guayaquileño hizo las ‘Raíces del hombre’”, contesta Carlos, que a sus 10 años la poesía le parece “bonita”.

Pasan uno por uno al frente de sus compañeros, dicen de memoria los versos que han aprendido del libro que Donoso publicó en 1958. “¿Por qué Miguel Donoso habla de las Raíces del hombre? ¿Qué es una raíz?¿Es una metáfora?”, pregunta Mariela Manrique, instructora de este ciclo, que es uno de los cinco que han visto los niños durante el período vacacional. “Habla de donde somos, de nuestros antepasados;la raíz alimenta al árbol;no tenemos raíces en los pies, es una figura literaria”, contestan los niños uno a uno, luego de haber leído Madre, Marino, Mendigo y Maestro, otros de los poemas que Donoso incluyó en ‘Raíces del hombre’. “Las raíces de la sociedad son quienes trabajan por nosotros, el hombre que  cultiva el maíz por nosotros, porque sino no tendríamos pan.Donoso habla de esas raíces”, dice la maestra a los niños que la escuchan.

“Yo me sé un poema de Donoso, antes no sabía quién era. También hemos aprendido quién fueron los Rocafuerte”, dice una de las niñas que asistieron al taller mientras apaga su vela. (I)