20 jóvenes mantienen vivo el arte de tejer con paja toquilla
Alrededor de dos años Darío Carranza reforzó sus conocimientos en el arte de tejer sombreros finos de paja toquilla en la Escuela de Arte y Oficio Pile, en Montecristi.
Ahora espera la llegada de julio, mes en el que se graduarán los 20 alumnos que conforman la primera promoción de La Escuela de Arte y Oficio Pile-Centro de transferencia del saber ancestral del tejido de finos sombreros de paja toquilla.
Esta institución educativa con sede en Montecristi, es administrada desde el 28 de abril de 2015 por la Regional 4 del Instituto Nacional de Patrimonio.
Karina Arteaga, directora regional, explicó que la responsabilidad del ente es la administración de gestión y financiera.
Los recursos provienen de la Refinería del Pacífico (RDP), con lo que se suministra el pago a monitores, limpieza, implementos, entre otros.
Para lo que resta del año el INPC-R4 cuenta con 60 mil dólares, que transfirió la refinería, según constató Arteaga.
Pile es una comunidad donde la mayoría de familias se dedica a tejer los más finos sombreros de paja toquilla.
La Escuela Taller de formación artesanal fue creada hace cuatro años. Busca mantener viva esta tradición y despertar el entusiasmo en las nuevas generaciones de la localidad, como sucedió con Jean Carlos Anchundia.
Él es uno de los veinte que se graduarán. No sabía nada sobre el tejido, pero su interés por seguir con esta práctica lo hizo que se interese en aprender. “Cuando terminé el primer sombrero, me sentí tan feliz”, refirió.
Las clases son de lunes a viernes de 13:30 a 18:00. Se busca otros objetivos, como tener una denominación de origen del sombrero de Pile y la asociatividad de los tejedores, aseguró la funcionaria.
Además, que de las comunidades cercanas puedan venir a capacitarse. En esta escuela, en infraestructura y todo RDP ha invertido cerca de $ 654 mil. (I)