16 artistas y la fecundidad de la incertidumbre

En los años 50 una serie de artistas produce sus obras como una reacción al mercado, al contexto de guerra. Se comienzan a originar relaciones entre su trabajo, el entorno y la forma en que este estaba normado a manera de cuestionamientos. Varios teóricos lo definen con la noción de Estética de la incertidumbre. La curadora y docente de arte Amalina Bomnin toma esas ideas de producción bajo el concepto de deriva con los aportes que hace el chileno Manfred Max Neef. Para él, “hay que derivar pero en estado de alerta”.

A partir de esta idea Bomnin seleccionó a 14 artistas ecuatorianos y dos cubanos que transitan en el espacio urbano, reflexionan a partir de discursos políticos contemporáneos, ideas ancladas al sujeto y al difuso planteamiento sobre la identidad. Con ellos curó su última muestra en Ecuador titulada como "La Fecundidad de la incertidumbre", a inaugurarse hoy a las 19:00, como una de las actividades de reapertura del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC).

Cada obra posee “diferentes rumbos, pero todas tienen que ver con cómo se va asumiendo el proceso de creación en la marcha. No se trata de artistas que se plantean una obra a largo plazo, o que trabajan con series. Van trabajando con cuestiones puntuales que van surgiendo”.

Ana Fernández, con ‘Te leo las cartas’, genera una performance en la que reincorpora la lectura del tarot y que “busca tocar el lado sanador de prácticas como la conversación y la confidencia”. A través de esta obra plantea un diálogo con el espectador que quedará registrado en video.

Miguel Alvear presenta ‘Crónicas reloaded’, una serie de siete videos, en los que León Sierra acoge el discurso del cronista Pedro Cieza de León con comentarios sobre las costumbres homoeróticas de la provincia de Santa Elena en los tiempos de la Conquista.

León, como actor, se enfrenta a ese texto desde el lenguaje, para dramatizarlo, adaptarlo y mutar su propia identidad: de un rol homo-masculino a una personalidad femenina. Alvear propone un diálogo con el presente a través de su trabajo por considerar que existen conexiones sobre el lugar que describe el cronista en la actualidad, la forma en que sigue vigente el régimen colonial y desde un punto de vista más artístico, a través del trabajo del actor.

Paola Almeida propone una experiencia viva a través de un cuadro sobre lo que entrega el arte como objeto y su reflejo en una caja en la que el espectador no puede ver nada desde adentro. Desde esa incertidumbre se nucleó la muestra. “Dentro de los temas planteados por Manfred Max Neef -dice Bomnin- sugiere que siempre que se trabaja con certezas se trabaja mal. No puede trabajar con base en certezas porque la incertidumbre está sucediendo cotidianamente, hay que trabajar con fracasos, con incertidumbre”.

La muestra de estos artistas se suspendió en varios momentos: luego del terremoto del pasado 16 de abril que motivó el cierre de los espacios culturales manejados por el Ministerio de Cultura y, tras ello, el cambio en la Dirección de Cultura de Guayaquil. Estos sucesos orientaron también el discurso museográfico de las obras. (I)