Parecería que todas las fuerzas se alinean para en el 2025, ver a Kamala Harris, convertida en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos. De concretarse lo que las encuestas reflejan, sería llegar a la cúspide de la historia de la lucha feminista de ese país para a partir de la elección, liderar y continuar la disputa por los derechos y libertades de las mujeres de esa gran nación qué, a su vez, será el espejo donde mirarse. Kamala Harris, habrá roto el techo de cristal. Sin duda, somos testigos de que algo pasa en el país de las cincuenta estrellas. Se puede sentir. Algo en lo que llevan trabajando y en lo que han soñado durante mucho tiempo desde que la ex Secretaria de Estado, Hillary Clinton, abrió el camino para llevar por primera vez a una mujer a la Casa Blanca. Todas las mujeres del mundo, sueñan con el momento de ver a una de las nuestras como presidenta de una de las potencias del planeta y verla levantar la mano para hacer el juramento en la investidura presidencial, no tiene precio. A pesar de su experiencia como vicepresidenta, senadora por California y Fiscal General del Estado, muchos votantes la consideran muy liberal. “Cuando una barrera se cae para una de nosotras, se cae para todas”, dijo Hillary Clinton, cuando en el 2016 se convirtió en la primera mujer por el partido Demócrata, en obtener la candidatura a la presidencia de EE.UU. Durante la proclamación de Kamala Harris como candidata presidencial , destacó: “del otro lado de esas abras, veo libertad, para tomar nuestras propias decisiones y para trabajar con dignidad y prosperidad”. Juntas escalaron grietas al techo más alto y hoy están cerca de romperlo Con todas las veces que logró provocar a Donald Trump durante el debate, cuando faltan menos de dos meses para las elecciones, parece que las cosas se acomodan para que Harris obtenga la victoria, con lo cual habrá llegado el fin político para el expresidente. En cuanto al voto popular, la contienda favorece a Harris. Sin embargo, en los estados que van a ser decisivos en el Colegio Electoral, cualquiera de los dos puede ganar. Necesitan más para llegar a los 270 votos electorales. Según Gallup, la brecha de género entre los jóvenes de 18 a 29 años es real y va en aumento. Las mujeres jóvenes se han vuelto mucho más propensas a adoptar la etiqueta “liberal”, mientras que los hombres de todas las edades no han experimentado un gran cambio en su ideología general en los últimos años. En un país tan dividido y polarizado, el electorado, no debe albergar la esperanza de que los famosos, gracias a su carisma persuasivo, les salve del duro trabajo de la política misma.