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El Telégrafo
Ketty RomoLeroux G.

Nela Martínez Espinosa, revolucionaria ejemplar

18 de febrero de 2016

La conocimos a mediados de la década del 70. En una época en la que en su casa se brindaba solidaridad a los refugiados políticos, principalmente de nuestra América del Sur. Junto con su compañero Raymond Meriguet, un luchador antifascista con quien contrajo matrimonio en 1950, fallecido en 1988.

La admirábamos como activista, militante comunista, destacada por su participación en una etapa de intensa lucha revolucionaria, como fue la de los acontecimientos del 28 de mayo de 1944. En las que, triunfante la revolución, algunas mujeres, encabezadas por ella, se posesionaron del Palacio de Gobierno, controlando que los militares no lleguen a respaldar al régimen destituido de Arroyo del Río. En el primer congreso de trabajadores realizado al mes siguiente, se sugirió su nombre para que ocupara una diputación en la Asamblea Constituyente de 1945, pero se la negaron por el hecho de ser mujer, quedando como suplente. Principalizada luego de la muerte del dirigente sindical Víctor Hugo Briones, se convirtió en la primera parlamentaria del país, el 12 de diciembre de ese año. Al entrar al recinto legislativo de pie la ovacionaron, contestando ella con un hermoso discurso en el que puso de manifiesto que su presencia ahí se debía a las conquistas de la Revolución Liberal Alfarista, ratificadas por la Revolución de Mayo. Traicionada esta por Velasco Ibarra, siguió bregando por las causas nobles.

Viajó a Guatemala en 1946. Es testigo de las cruentas dictaduras en Honduras, El Salvador y Nicaragua en 1947, y se ve obligada a regresar a su país en 1948. La lucha contra el fascismo y por la paz hace que en 1949 sea delegada al Primer Congreso por la Paz en París. Participa activamente en la recolección de firmas contra la amenaza de la guerra atómica.

En Quito inicia su solidaridad con el proceso revolucionario cubano, vinculándose con el Movimiento 26 de Julio. Ya en el poder, cuando nuestro país, presionado por el imperio, rompió relaciones diplomáticas con su gobierno en 1963, el embajador le entregó la bandera, quien la guardó durante 18 años, hasta que fueron restablecidas en el gobierno del abogado Roldós, en 1981. En este mismo año se crea el primer organismo solidario, oficialmente constituido para con la Revolución Cubana: el Instituto Cultural Ecuatoriano-Cubano José Martí, del cual, a través de uno de sus miembros, el pintor Oswaldo Guayasamín, secundado por Nela, surgió la iniciativa de crear la Coordinadora Nacional Ecuatoriana de Amistad y Solidaridad con Cuba, la misma que se hizo realidad en una magna asamblea, el 22 de junio de 1992. Con filiales en casi en todas las provincias.

Además, fue una de las que promovió la oposición a la entrega de la base militar de Manta a Estados Unidos, y al Plan Colombia. Fue miembro de la Dirección del Frente Continental de Mujeres. Concluyó y publicó la novela Los Guandos, iniciada por Joaquín Gallegos Lara. Por su compromiso militante frente a todos los procesos de liberación, se hizo merecedora a un sinnúmero de reconocimientos institucionales.

El 30 de julio de 2004, a los 92 años, Nela cerró sus ojos para siempre, en La Habana, donde parte de sus cenizas están depositadas en el cementerio de esa ciudad, en el Panteón de Héroes y Mártires de la Independencia, quedando como ejemplo de mujer patriota, convencida de que un mundo mejor es posible.

En su honor, el recinto de nuestra Asamblea Nacional lleva su nombre. (O)

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