Potencias como Estados Unidos, China, Rusia y Reino Unido continúan midiendo el poder de sus capacidades científicas, en la búsqueda de una vacuna que pueda hacer frente a virus que lo cambió todo.
Es imposible predecir cuál de las vacunas logrará el efecto deseado, sin embargo, los países más desarrollados han comenzado a comprar millones de dosis a distintos laboratorios y potenciales proveedores, con la finalidad de asegurar su abastecimiento, generándose así un nuevo escenario al que muchos se refieren como el "nacionalismo de las vacunas".
Se trata de un nacionalismo preventivo, producto de la presión que líderes del mundo tienen de proveer las dosis a sus ciudadanos. Ello podría dejar a millones de personas en una posición vulnerable, provocando nuevas crisis.
El peligro de este fenómeno radica en la posibilidad de una nueva propagación de la enfermedad, producto de la movilidad que existe en el mundo globalizado de hoy. Ello demuestra el juego político, económico y estratégico que hay detrás de las vacunas, y que de no producirse acuerdos en el ámbito internacional, sería la fórmula para un nuevo desastre.
La configuración de nuevos escenarios en torno al covid-19 está relacionada a la competencia por las vacunas. Todos quieren llegar primero, algunos lo hacen por razones comerciales, sin embargo, la idea de convertirse en el primer país en desarrollar la vacuna, tiene para muchos un fuerte componente simbólico en términos de poder político.
En la coyuntura actual, el nacionalismo de las vacunas podría superponerse sobre el multilateralismo. A muchos gobiernos les preocupa la idea que, de llegar a un acuerdo para compartir la vacuna con otros países, podrían quedar en una posición políticamente vulnerable al interior de su país.
De esta manera, las negociaciones y acercamientos que puedan establecer los distintos gobiernos para compartir las vacunas serán determinantes. La capacidad de administración y el compromiso de colaborar con otros países, se pondrá a prueba en los próximos meses, en donde se evidenciará el nivel de aprendizaje obtenido, producto de un virus que nos ha atravesado.
Los nuevos momentos y condiciones generados en torno al covid-19, señalan que aún existe un camino importante por recorrer antes de llegar a una solución definitiva. Gobiernos y ciudadanía deberán mantenerse alerta. (O)
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