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El Telégrafo
Werner Vásquez Von Schoettler

La mano re-invisible neoliberal

27 de junio de 2018

Las tensiones históricas entre trabajo y capital al interior del capitalismo se han agudizado de manera permanente. No han terminado, ni parece que lo harán, a medida que nuevas formas de acumulación se imponen en el mundo, producto de una constante revolución tecnológica de cuarta generación.

Las consecuencias son devastadoras para la humanidad, sin embargo, fenómenos como la globalización del espectáculo del fútbol, bien nos pueden ofrecer nuevas y fantásticas formas de socialización precarizada, de reduccionismos del individuo a círculos superfluos de felicidad y gratificación espuria.

Ni siquiera los miembros de la Mont Pelerin Society: Von Hayek, Von Mises, Friedman, Popper, pudieron anticipar la depredación que ha causado el neoliberalismo en el mundo. Bajo la premisa de clase, de que su civilización y su libertad estaban por desaparecer, movilizaron a los poderes económico-industriales y financieros para hacer realidad la ficción de la mano invisible de Smith.

En América Latina tomó la forma y la fuerza de manu militari: miles de muertos y desaparecidos. Hoy esa misma mano, más invisible que nunca cuando se trata de repartir la riqueza y producir redistribución para la equidad social, toma la forma de una democracia modelada para el capital y no para el ciudadano.

Son, ahora, los grandes empresarios y grandes evasores los que se benefician de las bondades del Estado de derecho. Acuerdos de libre comercio fracasados con el TLC de América del Norte repuntan como ejemplo a seguir por las democracias tuteladas.

La retropolítica de los 80 del pasado siglo, es la “nueva innovación” del llamado al diálogo, mientras seguimos esperando los frondosos frutos de la eliminación de la Ley de Plusvalía. Pero parece que la mano, más invisible y sedosa, se afina para entrar en los bolsillos de las mayorías. Más importaciones suntuarias y menos consumo de productos nacionales, harán que implosione la dolarización.

Y la mano invisible y puritana del capitalismo criollo dará la bienvenida a la privatización de lo público y al Estado neoliberal, de nuevo. Y cuando eso ocurra, hay que preguntarse, ¿seguirán gritando al cielo que es culpa del “correísmo”? ¿Seguirán desgarrándose las vestiduras, mientras sacan la platita a sus paraísos fiscales? (O)

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