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El Telégrafo
Juan Carlos Morales

Glück, la antípodas de Gringolandia

15 de octubre de 2020

“El maestro me dijo: debes escribir lo que ves. Pero lo que yo veía no me emocionaba. El maestro contestó: cambia lo que ves”, así escribe Louise Glück, la Nobel de Literatura de este año. Su obra profunda enfrenta a un mundo de la palabrería que ahora sacude las redes sociales, precisamente en un país donde uno de los candidatos le dice al otro: “Cállate payaso”.

Obviamente, la Academia Sueca no da puntada sin hilo. Esta poeta premiada antes por el demócrata Barak Obama muestra en sus versos el retorno a la ruralidad, la importancia de la vida cotidiana, la sencillez de las cosas vitales, la nula ostentación al dinero y ese desgano por las pantallas y las candilejas tan propias de una sociedad de banalidades tan proclive a seguir las abultadas posaderas de las Kardashian y donde su mandatario Trump se ufana de tener un retrete de oro mientras pulsa Twitter.

Glück –cuyo apellido es de origen húngaro- representa precisamente todo lo contrario del llamado “Sueño Americano”. Quien da con la clave del asunto es el poeta Federico Díaz-Granados –quien realizó un homenaje poético a Jim Morrison- cuando dice que Glück está al otro lado de la línea vitalista y épica que parte de Walt Whitman que celebra el escenario de la ciudad y la naciente vida norteamericana del XIX, mientras ella canta el regreso al jardín interior después de una larga jornada en un lenguaje conversacional e íntimo que lo hace universal.

Hay muchas pistas: el retorno a los clásicos, como la voz de Telémaco; la búsqueda del silencio poético; la tradición misma de la literatura norteamericana; un aliento a la poesía, tan menospreciada (su editor en castellano Manuel Borrás, de Pre-textos, cuenta que ha vendido 200 ejemplares aunque afirma que la literatura no es una carrera de caballos)… Se agradece también la enseñanza de Glück: la obra debe escribirse sin pensar en los 15 minutos de fama que clamaba Andy Warhol. A la poeta le preocupan otras cosas: “Terrible sobrevivir / como conciencia / sepultada en tierra oscura”.

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