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El Telégrafo
Juan Carlos Morales

Los abuelos de la selva

16 de abril de 2020

Los cronistas cuentan que los indios idólatras no desollaban todo el árbol, que usaban para vestirse, para no aniquilarlo. Los sedentarios plantaban cultivos diversos para no cansar a la tierra, escribía Eduardo Galeano, hace más de 30 años.

“La civilización que venía a imponer los devastadores monocultivos de exportación (como el banano), no podía entender a las culturas integradas a la naturaleza, y las confundió con la vocación demoniaca o la ignorancia”.

Ahora, continúa, recién nos hemos enterado que no hay que “someter” a la naturaleza sino que hay que “protegerla”.

Pero los incendios en la Amazonía nos dan señales hacia dónde vamos los primos de los simios en esta época del antropoceno Al descender del Chimborazo, el sabio prusiano Alexander von Humboldt bajó con una impresión.

“Al volver del volcán, estaba listo para formular su nueva visión de la naturaleza. En las estribaciones de los Andes empezó a esbozar su Naturgemälde, una palabra alemana intraducible que puede significar ‘una pintura de la naturaleza’, pero que al mismo tiempo entraña una sensación de unidad o integridad”, se lee en La invención de la naturaleza, de Andrea Wulf.

Todo está conectado y tiene una causa y un efecto. Solo de esta manera se puede entender la pandemia del coronavirus, asociada a la destrucción de los hábitat por el hambre desmedida del oro, que no es otra cosa que el consumo.

“El capitalismo no se puede cambiar, se tiene que destruir, pero no quiero ningún ismo, no hay un solo sistema que sea la solución”, afirma la diputada islandesa Birgitta Jónsdóttir y concluye: hemos olvidado las recetas de los abuelos porque todo lo compramos empaquetado.

Estamos enfrascados en las disputas entre Slavoj Žižek y Byung-Chul Hany, entre si el virus hará la revolución o si es mejor cultivar nuestro propio jardín. Hay que volver a Bourdieu y a Foucault, pero de manera especial hay que escuchar lo que nos dicen los abuelos de la selva, mientras aún cantan los pájaros. (O)

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