Desde el jueves pasado, el parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona, España), acogió al Rock Fest 2018, un festival cuyo cartel ha llamado la atención del mundo entero: Kiss, AcceptHelloween, Judas Priest, entre otras.

Esta edición del evento, la quinta, durará tres días, en los que se presentarán más de 40 bandas internacionales, frente a unos 70.000 asistentes apostados sobre los 60.000 metros cuadrados que comprende el recinto.

Entre los asistentes, además de la colonia de rockeros ecuatorianos que residen en España y alrededores, hay un puñado de quiteños que viajaron desde días pasados.

Juan Gallegos, por ejemplo, arribó a la capital catalana y fue testigo de la presentación de los alemanes Accept en la primera jornada.

Tal fue la entrega del quinteto que hubo dos bises y Wolf Hoffman apareció en una foto subida a su fanpage de Facebook, frente a su público español, minutos después de su show. Gallegos contó que uno de los momentos más emotivos se dio frente a los británicos Judas Priest, a quienes vio de cerca.

El guitarrista Glen Tipton, quien padece párkinson y ha dejado la banda, apareció para el tema “Metal Gods”; “para alegría de los fanáticos de Judas” soltó Gallegos y comentó que el músico inglés no da muestra alguna de la enfermedad que lo hizo alejarse de las grandes giras sobre el escenario, lo que exhala es “su pasión por el metal” encarnada en el tema “Living after midnight”, con el cual se despidieron.

Ayer se presentaron Dark Funeral, Dimmu Borgir, Stratovarius y Annihilator. Durante la presentación del evento, el bajista Gene Simmons, integrante de los estadounidenses KISS, anunció —según el diario catalán La Vanguardia— que los miembros de la banda se encuentran muy bien y que no están en una gira de despedida, sino todo lo contrario: “En Kiss llevamos tocando más de 44 años y estamos muy fuertes”.

Para el cierre del Rock Fest también subirán al escenario otro par de grandes agrupaciones históricas: los norteamericanos Megadeath y los alemanes Scorpions. (I)