Aunque de géneros distintos, dos superbandas de rock debutarán en Ecuador entre septiembre y octubre: Slayer (thrash metal de Estados Unidos) y Scorpions (hard rock de Alemania).

Ambas actuarán en el Coliseo General Rumiñahui que, cuando se convierte en auditorio, tiene un aforo de 11 mil espectadores. La empresa productora es CKConcerts, que ha montado conciertos  en El Teleférico de Quito, como los de Cradle of Filth −en mayo pasado−, Testament o Anthrax −en 2017−.

Esta última banda acompañará a Slayer en Santiago de Chile durante su gira latinoamericana. Los organizadores locales consideraron traer a ambos grupos −le contó a EL TELÉGRAFO la comunicadora Karla Sánchez, de CK−, pero recordaron que la acogida de Anthrax en Quito fue menor a la de otros países.

El auditorio más chico del Centro de Convenciones Teleférico recibió a 800 personas; y el Teatro Caupolicán, en Chile, a 7.000. El número de asistentes también obedece a razones demográficas.

Pese a que fue anunciado un mes después de la noticia sobre Scorpions, “Slayer ha tenido un mayor alcance de ventas”, dice Sánchez aún sorprendida.

En la escena nacional hay segmentos de mercado (grupos homogéneos diferenciados de público) a los que las empresas ya están apuntando.

CKConcerts, por ejemplo, no espera que a los shows masivos de los próximos viernes 27 de septiembre y sábado 12 de octubre vaya el mismo tipo de rockeros.

Sánchez describe a la audiencia de Slayer como “gente a la que le gusta la música más fuerte, más metalera”, mientras que Scorpions es acogido por “un público mayor, que gusta de los clásicos”.

Las ventas de uno y otro show no han decepcionado a los organizadores, pese a que no indican cifras. Y la división de las localidades también varía: tres precios para ver a los de California; cinco para ver a los de Hannover.

Los británicos Whitesnake acompañarán a Scorpions en países como Colombia, el 10 de octubre y, en cuanto a su arribo, la agente de prensa entrevistada por este diario explica que “traer a ambos no sería un valor extra para el público, como en otros países, porque quienes irían a ver a Whitesnake son los mismos que gustan de Scorpions. En Ecuador no hay tanta gente que aprecie esta música”.

En lo que va de junio, la firma Back to Back convocó a 312 metaleros para el concierto de Skull Fist −que en otras ciudades fue junto a Picture− y a 150 para una dupla, la de Raven y Leather. (I)