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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Javier Endara, bajista y compositor de la banda Ciudad Olvido

“La gente tiene que darse cuenta de que las divisiones debilitan”

“La gente tiene que darse cuenta de que las divisiones debilitan”
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A veces la escucha del rock urbano español es un placer inacabado. Uno desearía que esos acordes que acompañan letras siempre creativas se ciñeran a la dureza del hard rock.

Ciudad Olvido es una banda que ha retomado esas formas rabiosas –distinguiéndose de la marca guitarrera de Los Suaves o algún repunte de Rosendo– y así se presenta: mezcla de hard (70’, 80’) con rock de letras poéticas.

Han publicado el lyric video de la canción “Tu locura”, baladesco pero duro, con una voz aguardientosa (el anterior sencillo, más fuerte se titula “Aguardiente”) que nos recuerda a unos Marea vertiginosos.

Pero basta de comparaciones, en sus filas está el bajista Javier Endara (Quito, 1984), quien ha dado muestras de versatilidad en los también hardrockers Maverick y, antes, en los ultraheavies Wild (donde cantó).

La cuarentena ha interrumpido su oficio de chef, incluidas las clases que da en Madrid. Desde allí contesta el teléfono para comentar su último trallazo y lo que vendrá de Ciudad Olvido en un mundo en pausa.

Estaba programado para mediados de mayo. ¿Cuál es la nueva fecha de estreno del disco Mientras todo arde?

Ya nos reuniremos con la gente de la discográfica, pero da un poco igual. El plan comercial con el mundo así, no va a funcionar.

Serán diez temas, incluida una intro con esas letras cargadas de esto: mientras el mundo se queme, arda (sonríe) siempre vamos a tener esas sensaciones súper humanas: amor, desamor, desilusión, lucha contra la injusticia.

Ciudad Olvido tiene notorias raíces literarias, ¿cómo es el proceso compositivo?

Joako (el cantante Joaquín Marinelli), que es el principal letrista, tiene una idea, me la hace llegar y yo paso a componer la música. Trato de que esté al nivel de la letra y que conecte bien con lo que se quiere decir.

Está lo melancólico o letras de corte más oscuro y de eso depende que sean o no más rápidas. Sale de manera fácil porque, a esta edad, como músicos entendemos de forma más sencilla en qué situación estamos y adónde vamos.

A un sonido que diversificará a su público, sin duda...

El ámbito es muy abierto. La gente que escucha rock urbano no solamente está con eso, sino que parte del blues, heavy metal, hard rock, ska y punk. La amplitud que te da eso para componer es muy interesante y, como músico, me hizo desarrollar otra serie de factores.

¿No has dejado el metal?

Es que soy heavy, siempre lo seré. Entonces lo uno no quita lo otro. Y la gente tiene que darse cuenta de eso. Los grupos de antes me gustan cada vez más y tengo la suerte de escuchar nuevas propuestas.

No estoy haciendo música que no me guste o me hayan obligado hacer. Hago lo que quiero con quienes tengo un contacto bastante bueno y estamos decididos a seguir, con lo que nos da la gana. No hemos cambiado en ese aspecto.

Yo no me cierro, incluso no he dejado de componer heavy metal. Siempre aprendo y me lleno de otras influencias. Es brutal y no se puede parar.

Hiciste coros para el EP Heridas Abiertas. ¿Volverías a cantar como en Wild?

Quizá, con gente que me acompañaría en esa aventura. Haciendo heavy metal de corte clásico, porque me apetece, me gusta. Pero también he buscado otros sonidos, tengo por ahí cosas de electro wave, electropop de los ochenta que me encanta investigar.

El guitarrista de Ankhara, Cecilio Sánchez Robles, se ha recuperado del covid-19, ¿cómo viviste eso?

Es uno de mis mejores amigos, lo conocí a los pocos meses de llegar a España (en 2002). Sabía de su estado, de su evolución y ahora, pese al susto, estoy contento de que esté en su casa, bien.

Madrid es el epicentro del problema. Es una lucha constante. Aprovecharé el tiempo en casa, a seguir las recomendaciones para que no se líe parda.

¿Ves muy perjudicial el parón en los festivales de este año en España?

La gente que se dedica a tiempo completo a la música, está bastante afectada. Hay gente que come porque toca todos los días, se va de gira, montan conciertos. Y la gente que está detrás de eso, los del back line, técnicos de sonido. Se les viene un tiempo muy, muy complejo.

A ver cómo se van a hacer, no sabemos bien lo que va a pasar. Pero cuando acabe esto, en general, en el mundo va a cambiar todo. Lo único que podemos hacer es mejorar lo que habíamos visto que estaba mal, con la unidad, pero que esta vaya de la mano con la música y el ser humano.

La gente se divide mucho por doctrinas políticas, estilos musicales y eso complicar todo a la larga.

Aún se repiten mucho los carteles españoles en Ecuador (la emergencia impidió que volvieran Mägo de Oz, Saratoga, Barón Rojo), ¿por qué si allá hay muchas más opciones?

Creo que el público no se recicla y pasa lo que te decía, la clasificación, las divisiones nos debilitan. Ya no es como antes, que se consumía un paquete en general: rock o metal. Hoy hay gente que te dice ‘yo escucho heavy de corte clásico’, solamente, O speed metal, o hard rock o solo bandas que cantan en castellano.

Es un problema que no haya un reciclaje generacional, digo, porque eso sí que cambiaría la escena del rock y metal general. Si solo ves a gente de edad avanzada en los conciertos, y no se da oportunidad a las bandas pequeñas por las que nadie apuesta, no se toca, no se vende y se forma un círculo vicioso que hay que cambiar.

Además, a Scorpions, Whitesnake, Iron Maiden, Metallica les queda muy poquito tiempo. Hay que considerarlo.

¿Con qué músicos habías colaborado últimamente, antes de la cuarentena?

Con un amigo madrileño, de la banda Motociclón. También estaba Oscar (Sancho) de Lujuria entre ellos, y era para una canción que iban a sacar para apoyar a unos niños, por la enfermedad que padecen.

¿Y Maverick?

Está allí, pero es muy compleja de sobrellevar porque no es sostenible aún.

Todo el tema del ocio, incluso la hostelería, será el último de incorporarse a la vida normal. Entonces queda cambiar las reglas del juego, no esperar que nos digan que cambiemos. (O)

Ciudad Olvido

Integrantes de la banda
Está compuesta por Joaquín Marinelli “Joako” (cantante y letrista, exmiembro de Demente en Blanco); Jaime Núñez  (guitarrista, ex-Wild); Yamil Zaidan (guitarrista); Daniel Calero (baterista, ex-La Leñera y Sr. Mammut) y Endara.

10 canciones tendrá el primer LP del grupo. Han publicado dos sencillos. Y un EP en 2019.   

La portada del disco  
Una de las pinturas del padre de Javier Endara (homónimo) será portada de Mientras todo arde. El artista reside en el norte de Quito y es ecuatoriano.  

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