Anita Miller: ¡Simon & Garfunkel es poesía! Elaine Miller: Sí es poesía. Es la poesía de las drogas y la promiscuidad. Mira la foto de la cubierta… Almost Famous, Cameron Crowe En los últimos años, la Academia Sueca ha roto esquemas con el Nobel de Literatura. El galardón da espacio a áreas de las letras fuera de la ficción y amplía el espectro de futuros ganadores. Escritores que quizá nunca se imaginaron con el premio en la mano. Primero, los periodistas tienen opción al Premio Nobel de Literatura desde 2015, al darle el galardón a la periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich; y en 2016 quien lo recibe es el cantautor Bob Dylan, dando oportunidad a los escritores de canciones de ir hasta Estocolmo. La literatura se amplía cada vez más a otras áreas, en que la palabra es material de trabajo. Del Pulitzer al Nobel Por décadas, el periodismo y la literatura han estado atados, pero con un muro alto en la frontera que los une. La primera parte en esta fórmula se muestra como «el medio que la sociedad ha creado para suministrarnos la información», según dice el periodista estadounidense Bill Kovach en su libro Los elementos del periodismo. La literatura, para el crítico literario británico Terry Eagleton, se podría determinar —entre todas sus definiciones— como obra de la «imaginación», de escribir sobre algo que no es totalmente real. En conclusión, se encuentra en una relación íntima con la ficción: son historias inventadas que se cuentan en prosa y en verso, utilizando únicamente palabras. El lenguaje es el punto en común entre periodismo y literatura. La cercanía entre la literatura y el periodismo llegó a un punto de ebullición en EE.UU. en 1960: el Nuevo Periodismo, (diez años antes el periodista argentino Rodolfo Walsh había publicado Operación Masacre, una muestra de la mezcla del periodismo y la literatura. Los movimientos políticos y sociales (el hippismo, las Panteras Negras, la organización de izquierda radical The Weather Underground, etc.), la necesidad de un aire fresco en las revistas y diarios, motivaron a un puñado de periodistas (Gay Talese, Jimmy Breslin, Tom Wolfe, Norman Mailer, etc.) a pensar como novelistas1, como estableció Marc Weingarten en su libro La banda que escribía torcido. El reconocimiento de Svetlana Alexiévich, al ser la primera galardonada con el Nobel de Literatura por su obra periodística y no por trabajos de ficción, deja claro que el boom del Nuevo Periodismo ha llevado la narración de la realidad a otro nivel. Dice el escritor venezolano Gustavo Guerrero, al enterarse de la nobel bielorrusa: «El periodismo entra hoy en el campo de la literatura y lo ensancha». La literatura se va universalizando. Ahora se desglosa: lo imaginativo e inventado, como destaca el novelista británico David Lodge, es el arte de la ficción; mientras, Weingarten declara que «el periodismo narrativo se trata del arte de lo real» y la Academia Sueca lo reconoce como tal. Ellos son poetas, mamááá En 1961, Robert Zimmerman muta a Bob Dylan. En sus 55 años tocando folk y rock, y revolucionando la música, comienza a enlistar premios: diez Grammys, dos doctorados honoris causa, tres salones de la fama, un Óscar por mejor canción en 2000, un Pulitzer en 2008, el premio Príncipe de Asturias en 2007, y ahora, en su estante de reconocimientos posará un Premio Nobel de Literatura «por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción americana». La Academia rompe un paradigma en 2016, y reconoce la lírica de Dylan como una forma de expresión poética innovadora. La polémica se abre, pero —al igual que lo sucedido con la no ficción de Alexiévich— la música y la poesía han estado a un paso de distancia. «El poeta cantó al comienzo, y la lira de Orfeo2 se convirtió en símbolo de los versos más bellos de la tierra», dice el poeta y musicólogo español José Ramón Ripoll. Bob Dylan con su guitarra, armónica y voz carrasposa canta, atrae al mundo. Primero en el folk componiendo, desde lo acústico, versos como ‘Mr. Tambourine Man’; y después se electrificó en el rock con su famosa canción de ‘Like a Rolling Stone’. Al saber sobre el Nobel, el crítico literario de The New York Times, Dwight Garner, escribió que Dylan es «una de las voces americanas más auténticas, en la creación de imágenes audaces y resonantes como nadie desde Walt Whitman y Emily Dickinson». Dicha visión fue compartida entre escritores como Stephen King o Joyce Carol Oates —una favorita para el Nobel de Literatura—, quien escribió su cuento ‘Where are you going, where have you been?’ después de escuchar ‘It’s all over now, Baby Blue’ de Bob Dylan. El rock no se aleja de la poesía. Así como Dylan se rodeaba con Allen Ginsberg, poeta de la Generación Beat3, leía a Paul Verlaine, a Jack Kerouac o a Arthur Rimbaud. Otros artistas destacados como Patti Smith y Lou Reed —influenciados por poetas como Walt Whitman, Federico García Lorca, Sylvia Plath, Dylan Thomas y la Nueva York de los setenta— crearon canciones de líricas extremadamente crudas y psicodélicas, y así marcaron las bases para un nuevo género musical: protopunk4. Smith, quien ha publicado libros biográficos y de poesía, competía con Bob Dylan entre los favoritos para ganar el Nobel de Literatura. La literatura se ensancha. Es todo aquello en lo que se utiliza palabras para contar una historia —ya sean reales o no— y crear imágenes que deleiten a los lectores u oyentes. Eso está diciendo la Academia Sueca con sus decisiones desde 2015. Rompiendo barreras —primero con el periodismo y ahora con la música— y abarcando el mundo de las letras como un amplio prado, donde el único límite es la imaginación y la fuerza de la voz. Notas Lo que conllevó a que naciera la novela de no ficción, ante la publicación de A Sangre Fría de Truman Capote, y que el periodismo se albergara en el libro. Personaje de la mitología griega que cuando tocaba su lira atraía a los hombres. Autores estadounidenses destacados en los cincuenta por la narración y poesía de la libertad sexual, el consumo de drogas, el gusto por el jazz y el estudio de la filosofía oriental. Etiqueta referente a las bandas o músicos (The Stooges con Iggy Pop, The Velvet Underground con Lou Reed, Patti Smith, Television con Johnny Thunders, etc.) que establecieron las bases estéticas, musicales y líricas de lo que sería el Punk.