Ecuador es un país de trámites, diligencias, lobs y palanqueos, casi todos inútiles, muchos tienen como fin pegar una “mordida”. La tramitología es prima hermana de la corrupción.

Se ponen dificultades para vender facilidades, sistema que se practica en las instituciones ecuatorianas, en todas, sin excepción, desde que la delincuencia organizada de la época correísta -y un poco antes- dejó a los ecuatorianos con la mentira de cero papeles e instauró los procesos interminables con la tendencia de que mientras más controles son más eficientes. Tamaña estupidez.

Me referiré a las “gestiones“ en las que a diario estamos inmersos en toda la institucionalidad del país, que da vergüenza ajena porque  nada se mueve sin aceite o diezmo, donde prima el billete en desmedro del servicio público.

En este tema, las autoridades y empresarios firmaron este martes 17 de septiembre de 2019 un nuevo convenio para impulsar la política de simplificación de trámites, mejora regulatoria y el servicio público y privado.

La Corporación para el Emprendimiento y la Innovación del Ecuador (CEIE) va a levantar información y elaborar propuestas de mejora de trámites de la Función Ejecutiva, en el marco de la campaña.

El alcance del convenio, por ejemplo, es eliminar la tramitología de los que se paraban fuera del Registro Civil y que hoy se trasladaron al IESS con cientos de venezolanos que, al decir de los asegurados , atienden mejor que los burócratas del IESS, la tramitología de las alcaldías y consejos provinciales, etc.

En el Registro Civil ofrecían sacar en poco tiempo la cédula de ciudadanía, a cambio de un pago generoso (coima). En cambio, en el IESS te hacen desaparecer hasta glosas y una jubilación te sacan en 10 días, lo que la burocracia común en 6 meses, porque solo para calificar el derecho te piden hasta el ADN del heredero con algún parentesco con el titular del derecho difunto. De Ripley. (O)

Dr. Manuel Posso Zumárraga