Ayer, diario El Universo, demostrando una vez más su marcada parcialidad hacia la actual Alcaldía socialcristiana, realizó un reportaje periodístico manipulado, pues pretendió justificar lo injustificable, o sea la Metrovía que a diario genera críticas, matizadas por una continua y obligada demanda de pasajeros que están en jaque a la hora de movilizarse al no tener otras opciones produciendo que sus ‘voluntarios pasajeros’ viajen entre apretujones, ofensas y gritos, especialmente en horas pico.

Continuos son los reportes de hurtos dentro de las unidades y la falta de articulados, especialmente en la troncal 1, Metroquil. Eso es debido a que en horas pico circulan en promedio 30 y 35 unidades, cuando lo óptimo es que operen más de 55. Es insuficiente e inhumano que apenas a finales de este año se haya incrementado apenas tres unidades en cada una de las tres troncales operativas. Tal parece que la advertencia de Federico von Buchwald, presidente de la Fundación Metrovía, publicada en aquel medio de comunicación no tiene ningún eco. Sin embargo, es pertinente reflexionar que esto es lo que ocurre cuando se le entrega a la empresa privada las funciones que conciernen el bienestar ciudadano en lo que a movilidad se trata.  

Por eso es de sabios destacar que nuestra urbe necesita un tren ligero, pues el progreso de mi ciudad no está para esperar hasta futuros años, por eso debemos pensar nuestro voto y escoger a una verdadera persona comprometida con Guayaquil y no una que defiende su ‘modelo exitoso’ a costa de maltrato a los informales, agua no potable y ‘metrosardina’, con la complicidad de periódicos claramente parcializados.

No solo de cemento vive el hombre.

Kléber Barragán Hernández