Creo que en ninguna provincia del país le fue tan mal a Alianza PAIS como en la de El Oro: perdió la mayoría de las alcaldías de los 14 cantones que tiene, incluida la de Machala, que ya estaba en manos socialcristianas.

Se perdió la Prefectura, cosa que parecía imposible, y también varias alcaldías que sí se encontraban en poder de Alianza PAIS, la del Guabo, cuyo alcalde es el director provincial del movimiento. No es necesario ser adivino para darnos cuenta de las razones para tal derrota electoral:

El movimiento es relativamente joven como para tener una estructura consolidada, tanto en su organización como en lo ideológico.

Hasta la actualidad ha funcionado como una organización más de la partidocracia: candidatura más por amistades que por liderazgo, varias ‘alas’ del movimiento en la provincia, así como en los cantones y -por lo tanto- pugnas internas, exceso de confianza, sectarismo, la falta de un líder nacional y provincial (en la dirección del movimiento), prefecto y alcaldes que durante sus funciones no cumplieron con las expectativas que los electores pusieron en ellos, asambleístas, por la provincia, incapaces e ineptos, que una vez que están en el poder ni siquiera contestan una llamada a quienes trabajaron con ellos y por ellos.

Definitivamente, las votaciones en la provincia fueron un revés para Alianza PAIS. Pero no todo es negativo, que esta experiencia sirva para rectificar rumbos y seguir adelante con la Revolución Ciudadana, que en realidad es lo que más importa.

Msc. Hernán Castro Ochoa