Acosar significa perseguir, sin darle tregua ni reposo, a un animal o a una persona, apremiar, importunar a alguien con molestia o requerimiento.

Hay diferentes tipos de acosos: físico, sexual, acoso psicológico, la xenofobia que provoca la persecución, la marginación, el odio al extranjero, las deportaciones de migrantes. El acoso sexual tiene por objeto obtener favores sexuales de una persona cuando quien lo realiza se halla en posesión de superioridad respecto de quien lo sufre. Como habíamos afirmado inicialmente, el acoso no solo puede ser físico, sino -lo que es más grave- psicológico. Este deja grandes heridas en el subconsciente.

Desde la escuela, inclusive desde el hogar, los niños y las niñas son víctimas de un acosamiento despiadado o de burla a consecuencia de un defecto físico o por su origen. A veces desde el hogar le ponen apodos a los niños, los descalifican y humillan. Sigmund Freud, inventor del psicoanálisis, descubrió que todos los traumas y complejos provienen de la niñez. No estamos de acuerdo en la adicción a la anglofilia.

Debe reemplazarse el término ‘bullying’ por la palabra acoso, que es lo castizo. Está en trámite el proyecto de Ley Orgánica de Prevención, Control y Sanción del Acoso, Intimidación y Violencia, en los centros de estudios del Ecuador. A continuación se ha puesto entre paréntesis la palabra ‘bullying’, que sugiero debe eliminarse, no solo en los centros de estudio, sino también en los hogares y los lugares de trabajo.

Dr. Universi Zambrano Romero
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