La dicotomía del desarrollo guayaquileño
A escasos metros del cerro Santa Ana, un sector que no dispone en su totalidad de servicios básicos y es afectado por la delincuencia, se levanta un moderno complejo financiero, desde enero de 2005, financiado por el grupo Nobis.
Los moradores del sector, que observan la construcción de los edificios del proyecto desde sus ventanas, aún no han legalizado sus propiedades tras más de 30 años de intentar solucionar su situación ante el Municipio local y desconocen si serán afectados por la obra.
Las viviendas cuentan con agua potable y energía eléctrica, pero sus propietarios solicitan al Cabildo -al cual cancelan impuestos prediales desde la década de 1980- que solucione su regularización.
Las autoridades locales puntualizaron que no habrá desalojos, salvo si se presentan situaciones de riesgo.