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Comida coreana, un festín de sabores intensos (Galería)

Esta cocina es rica en vegetales y hierbas. Muchos platos se caracterizan por su sabor picante. Uno de los platos más solicitados es el kimchi. Fotos: Daniel Molineros- Andrés Darquea
Esta cocina es rica en vegetales y hierbas. Muchos platos se caracterizan por su sabor picante. Uno de los platos más solicitados es el kimchi. Fotos: Daniel Molineros- Andrés Darquea
07 de septiembre de 2014 - 00:00 - Redacción de7en7

Mee Shook apenas habla español, pero uno de sus colaboradores, funge de traductor. Parece una mujer tímida, pero conforme transcurre el tiempo se muestra menos reservada. Viste un traje negro. Es su indumentaria de chef y a ella le luce bien. Descansa, por un momento, de los ajetreos de la cocina para conversar sobre la comida de su país natal: Corea del Sur. Abre la carta y su dedo apunta a uno de los platos contemplados en el menú: bulgogi bibimbap, elaborado con arroz y carne de res con verduras y salsa picante. Bibimbap significa “arroz mezclado” y se trata de un cuenco de arroz con vegetales y carne.

Antes de comerlo hay que revolver los ingredientes. Este plato, al igual que muchos otros, es el resultado de un proceso que se inicia con una minuciosa selección de ingredientes. La preparación es un verdadero arte: hay que saber cortar la carne y adornar el plato con una sensibilidad que solo los chefs coreanos poseen. La cocina de este país es rica en vegetales y hierbas. Por tradición, todos los platos se sirven al mismo tiempo, no hay un orden establecido para comerlos.

A la izquierda de cada comensal se coloca la cuchara y los palillos, mientras que el resto de los platos (guarniciones) se ubica en el centro para poder compartirlos. Esta cocina se caracteriza por el sabor picante de sus platos en los que predominan los vegetales, las verduras fermentadas y las salsas elaboradas a partir de la soya. Shook vive desde hace 9 años en Ecuador. Su esposo llegó primero, porque fue contratado por una empresa petrolera. Varios años después, la empresa liquidó a sus empleados y fue entonces cuando decidió abrir un negocio propio. Su esposa e hijos llegaron para apoyarlo.

Hace apenas un año, inauguraron Ati Corea, un restaurante, ubicado en el sector de La Floresta. Aunque sus clientes más frecuentes son coreanos y ecuatorianos, al lugar también acuden ciudadanos provenientes de países europeos. Como si fuera una directora de orquesta, Shook dirige a sus asistentes que siguen atentos sus instrucciones en la cocina. Aprendió los secretos culinarios de su madre y suegra. Ellas le introdujeron en este arte. “Son buenas cocineras”, comenta. Su esposo y ella asistieron, antes de abrir el local, a varios cursos de gastronomía en su país natal.

Andrés Ho era panadero en Corea del Sur. Hoy tiene un restaurante en el norte de Quito.

En el menú que ambos ofrecen hay muchos platos que se preparan en piedra. Uno de ellos lleva varios tipos de verduras: zanahorias, nabos, acelgas secas y pepinillo picado. En el fondo está el arroz, como si fuera un colchón. Es un plato que se come con aceite de ajonjolí y salsa picante. En el menú nunca falta el kimchi, elaborado con nabo chino, el cual debe ser fermentado durante al menos una semana antes de su preparación. Este plato es tan importante en Corea que muchas familias, antes de tomarse una fotografía, pronuncian la palabra kimchi en lugar de whisky.

El kimchi es tan saludable que el diario estadounidense The New York Times lo incluye es su lista de alimentos sanos. Es tan saludable que únicamente 100 g aportan 38 calorías. Tiene, además, un alto contenido de fibra, calcio, hierro y vitaminas A, B y C. Cuando se lo prueba por primera vez, las reacciones pueden ser diversas. Algunos, experimentan una sensación de ardor en la boca, como el que provoca el ají.

Después de comer todos los manjares de la gastronomía coreana, es indispensable optar por un bajativo. En este caso, es una bebida elaborada con jengibre y canela, endulzada con azúcar al gusto. Su nombre es sujeonggwa, una bebida tradicional dulce y, al mismo tiempo, picante. Estos ingredientes se combinan para producir una bebida aromática que, según los entendidos, no solo calienta el cuerpo, sino que es capaz de aliviar el malestar que provoca el chuchaqui. En muchos restaurantes, como Ati, esta bebida se sirve como postre.

Andrés Ho también llegó al país hace algunos años. En Corea del Sur era panadero. Antes de abrir el restaurante Tasty, en el sector de Iñaquito, este joven tenía una pastelería en el Centro Comercial Naciones Unidas. Por diversos motivos, tuvo que cerrarla. Poco después, decidió abrir un restaurante. Aunque conocía la comida de su país, confiesa que, al principio, le costó aprender a elaborar los diferentes platos típicos de su tierra natal.

En su local, se ofrece un menú variado, en el que nunca falta el kimchi. También prepara mandu, un tipo de pasta rellena (empanadas) típica de ese país asiático. El mandu se puede cocinar de distintas maneras: al vapor, frito e incluso se sirve en sopa. En Corea, se consume este alimento el primer día del año lunar, porque representa la buena fortuna. Andrés Ho conserva en secreto ciertos ingredientes que añade a sus platos para que se conviertan en verdaderos manjares.

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