La familia Benalcázar-Vélez compitió por segundo año consecutivo en la carrera pedestre Quito Verde 10K El Cinto, que se desarrolló ayer en el sur de la urbe.

La afición atlética de Ángel Benalcázar y Nelly Vélez la trasladaron a su hijo Juan Francisco, de 5 años, quien corre a la par de sus padres. Ellos completaron el recorrido por caminos de tierra, piedras y lodo, en 1h30m. Cuando el pequeño se cansa, Ángel lo carga, pero en la prueba de ayer no hubo necesidad de levantarlo.

“Como padres queremos que nuestro hijo se motive y sienta el mismo amor por las carreras que tenemos nosotros”, dijo Benalcázar.

Desde 2012 les picó el ‘bichito’ de las carreras de calle y trail, gracias al hermano mayor de Ángel, Juan Francisco.

En ese momento empezaron a entrenar y competir hasta llegar a participar en 14 carreras anuales como ocurrió en 2014. No les interesa ser competitivos, sino terminar el recorrido juntos en familia, ese es su mayor premio.

Para la pareja, el atletismo es un deporte familiar y lo practican con sus hermanos, cuñados y sobrinos. Ellos van más rápido y esperan en la meta a la pareja con su hijo pequeño. “Corremos por salud y nos encanta. Antes no practicábamos ningún deporte; únicamente salíamos a aplaudir a los corredores, ahora ya somos parte de los eventos”, aseguró Nelly Vélez.

Y gracias a los kilómetros recorridos, sus tiempos han mejorado. Ambos recordaron que la primera prueba atlética en la que se inscribieron fue la Liga 10K en 2012 y completaron el trayecto en 2h.

Además de ser una carrera familiar, Quito Verde 10K El Cinto, que se desarrolla por caminos de tierra en las afueras de la ciudad, tiene un fin social.

Los fondos recaudados por las inscripciones ($ 15 por persona) servirán para apoyar al Instituto de Parálisis Cerebral y otras obras benéficas que promueve la Asociación de Damas de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Adacapeipi), organizadora de esta prueba pedestre.

Alejandro, el ‘duro’ del atletismo

Los 4 hijos de Alejandro Melo se contagiaron por su amor al deporte en los últimos años. Ahora todos compiten en familia en las distintas carreras pedestres que se desarrollan en Quito.
Y en la Quito Verde 10K no fue la excepción. Alejandro, de 67 años, participó en la prueba que se caracteriza por estar rodeada de árboles y vegetación, junto a sus hijos Gabriela y Álex.

“En casi todas las competencias participamos juntos, pero yo soy el primero en llegar de mi familia”, dijo orgulloso Alejandro. En el evento de ayer arribó a la meta localizada en el Templo de la Patria en la Cima de la Libertad, en 45 minutos.

Detrás suyo llegó Gabriela (55m), luego Álex, quien terminó los 10 kilómetros en una hora. Diego y Darío son sus otros 2 hijos que también son atletas, pero por motivos laborales no pudieron inscribirse.
Melo disfruta correr junto a sus hijos, porque lo motivan a esforzarse más y bajar sus tiempos. El exárbitro de fútbol y baloncesto está vinculado a este deporte hace 4 años.

Sus hijos reconocen que él es el ‘capo’ de los Melo. “A pesar de ser mayor que nosotros, es súper fuerte y siempre nos saca ventaja desde el inicio”, afirmó Gabriela, de 32 años.

“Es la mejor experiencia correr en familia. Yo lo hice por incentivo de mi padre y mi hermano Diego. Es una emoción distinta participar con mis seres queridos, pues ellos me dan el impulso necesario para seguir adelante”, comentó la atleta, quien no competía hace 6 meses y fue la primera vez que corrió en El Cinto, evento que cumplió en este año su cuarta edición.

La altura (3.200 msnm), el terreno de tierra, la naturaleza y el aire puro que se respira a lo largo de los 10 kilómetros, vuelven especial  esta competición, aseguró Álex.

Aparte de gozar con el aire libre, el quiteño tomó a esta prueba como preparación para las próximas carreras en calle que competirá a lo largo de esta temporada. “Correr en montaña te ayuda a mejorar tu rendimiento en el pavimento. El piso estaba irregular por el lodo y las piedras, pero pude completar el recorrido sin inconvenientes”, dijo Melo, de 39 años.

“Correr en familia es bonito, pues mi padre me da la bendición y ese es mi estímulo para terminar el trayecto”, manifestó Melo, quien corre esta prueba por tercer año consecutivo.

La fría y nublada mañana quiteña impidió que los corredores puedan disfrutar el paisaje de Quito en todo su esplendor, aunque por momentos pudieron observarla.

Los triunfadores de la cuarta edición de la carrera Quito Verde 10K fueron Javier Simbaña en hombres y Jeaneth Collaguazo en mujeres. Ellos pararon los cronómetros en 31m40s y 38m respectivamente.